Bernie Sanders, senador por el Estado de Vermont en Estados Unidos, logró ganar un gran número de adeptos para su campaña en las elecciones primarias del Partido Demócrata. Su gran opositor fue el actual presidente Joe Biden. La estrategia que utilizó Sanders para pasar de un 3 por ciento de intenciones del voto a más del 20 por ciento en algunos estados, como California donde logró el 27 por ciento de simpatizantes, fue promover un discurso fuerte y agresivo, pero no contra sus contrincantes; sino contra las instituciones y el sistema político estadounidense.
El senador Sanders logró muchos votos, incluso logró una suma increíble de 4 millones de dólares para su campaña, en 12 horas, con pequeños donantes, un promedio de 27 dólares por familia. Esto nos muestra que en la comunicación política podemos ganar adeptos sin pelear, sin confrontar y sin atacar a los demás. Los votantes buscan a un candidato que se identifique con sus causas, con sus necesidades.
Di que estás conmigo, anunció en su twitter el senador Sanders y logró que se convirtiera en uno de los candidatos preferidos por los latinos, el 48 por ciento de los votantes latinoamericanos estaba con él. Posteriormente Sanders se sumó a la campaña de Joe Biden pero logró construir una figura muy importante a base de sus discursos que atraparon a las masas de votantes decepcionados de la situación económica y política del vecino país del norte.
La campaña de Sanders ha sido analizada por varios colegas, pero creo que lo más importante es reconocer que un discurso apropiado puede motivar, mover a la sociedad y por supuesto construir causas sociales. En el caso del Senador Sanders, con 79 años de edad, su bandera ha sido impulsar propuestas disruptivas, incluso logró generar memes con sus guantes el día de la toma de protesta del actual presidente Joe Biden. 1.8 millones de dólares se recaudaron con la mercancía inspirada en sus guantes, que fueron todo un hito y fenómeno de marketing electoral.
Este político veterano, defendió la universidad gratuita, se opuso a la brutalidad policiaca e impulsó en sus discursos los derechos de los trabajadores. Eso hizo que la sociedad se volcara hacia él. Las preferencias electorales muestran que el marketing electoral, no sólo está en la imagen, sino también en las palabras y en las ideas que se proponen. Ser incorrecto en términos de sus propuestas lo llevaron a ganar muchos adeptos, a convertirse en una figura representativa de la política estadounidense y por tanto, nos deja una gran lección: no ataques a las personas que representan un partido político, mejor ataca sus ideas, lo que representan y contra lo que muchos están luchando.
Así, en la comunicación política es posible ganar adeptos, simpatizantes y ganar una campaña electoral, porque uno a uno, se van sumando los ciudadanos ante una causa que los mueve y los motiva.
Alfredo Salazar Olivera