Exactamente eso es lo que sintieron los servidores públicos del gobierno del Estado de México cuando se enteraron que los maestros de la entidad recibieron un aumento de 8.9 por ciento; y es algo obvio tras saber que hay cerca de 13 mil que no están en las aulas, por ser aviadores o estar "comisionados". ¿El colmo? Este es el segundo incremento que tiene el magisterio en menos de ocho meses.
Bien valdría la pena que los servidores públicos de otras entidades federativas, como sucedió con los profesores de Oaxaca y Guerrero, se rebelen para que los locales cierren filas en torno a su líder Eruviel Ávila Villegas Parece que solo de esta forma podrían acceder a un mejor salario, sin importar si trabajan o no, hoy las aviadurías están de moda.
Hace más de seis años que los burócratas estatales no reciben un aumento; es más, a principios de 2013 tuvieron una disminución de 5 por ciento, lo cual demuestra que al igual que el deber, la justicia que promueve la equidad aquí en el Estado de México solo se queda en papel.
Revisemos los beneficios que recibieron los profesores, ojo, también los aviadores obtuvieron un incremento salarial global de 8.9 por ciento. Se compone de 5.6 por ciento directo al sueldo base, 1.5 por ciento por retabulación y 1.89 por ciento en colaterales. Los maestros titulados recibieron 1 por ciento adicional a su sueldo base.
Por lo antes expuesto, resulta que no importa el desempeño, menos aún, el resultado del trabajo; parece que para conseguir mejorar el sueldo de los burócratas es con presiones como lo hacen los docentes.
Como podemos ver, el criterio de las autoridades, para otorgar más prebendas y mejores salarios, depende de que el individuo, que no trabajador, pertenezca a un gremio que tenga a capacidad de movilización social, no importa que sea a costa del desarrollo del estado o del país.
Si los burócratas sienten envidia, no imagino como se revuelven las entrañas de los trabajadores del sector privado, que en ningún caso podrían se aviadores, pues cuando piden un aumento reciben la negativa rotunda de sus patrones.
Al parecer vivimos en el país en el que la ignominia no es obstáculo para avanzar, claro siempre y cuando se está dentro del sector público. Como bien dice Denisse Dreser, la recomendación es más valiosa que la preparación. Yo le aumentaría: aquí la presión, a costa del bien común, logra cualquier puesto oficial.
OTRAS COSAS... DE LO MISMO
Antorcha sabe de presión social y cómo ejercerla para conseguir concesiones de transporte, escuelas, casas, escrituras y cualquier otra cosa que se les antoje.