Los conflictos de intereses en el ámbito político han cobrado especial relevancia en los tres años recientes, principalmente dentro de los partidos.
Se les vincula con la corrupción y mala ética política. Existen problemas por la falta de control y prevención del sistema político actual y esas situaciones han afectado a la democracia y la legitimación de los políticos y sus dirigentes.
Los dirigentes partidistas no entienden el daño que están haciendo a sus institutos, mantienen sus intereses personales y conflictos de intereses ajenos a la doctrina, a los orígenes del partido, como lo que hemos visto en estos últimos tres años, todos enamorados de la marca Morena, aunque anteriormente fueron sus primeros enemigos.
Hoy salieron algunos lastimados y más en el estado por una encuesta que hemos realizado en el Colegio Libre de Hidalgo, para evaluar a los aspirantes a gobernador, y que no le fue favorable a uno de ellos, por lo que ataca a sus compañeros.
Aprovecho el momento para señalar un conflicto político entre el presidente de la República y líderes del PRI.
Se genera una presión política contra Rubén Moreira, presidente de la Junta de Coordinación Política de San Lázaro, y su esposa, la diputada federal Carolina Viggiano, observadores esperan que el conflicto se calme o ellos se rindan ante el poder del presidente y se olviden de su carrera de opositores a la 4T.
Esto augura la salida de la aspiración de Viggiano a la gubernatura en Hidalgo.
La pregunta es ¿por qué se descubre esto hasta ahora?, cuando encabeza la Cámara de Diputados. El país está en un camino sin rumbo.
Sarkis Mikel Jeitani
colegiolibredehidalgo@gmail.com