No fue un señalamiento hecho a la ligera, se trató de una verdadera pulla la que lanzó el gobernador electo Enrique Alfaro Ramírez al presidente Enrique Peña Nieto, aunque sin hacerlo expresamente también al Secretario de Comunicaciones y Transportes Gerardo Ruiz Esparza y en forma indirecta al gobernador Aristóteles Sandoval Díaz, así como a otros funcionarios de diverso nivel inmersos en alguna responsabilidad con la obra de la Línea Tres del Tren Eléctrico Urbano de La Metrópoli de Guadalajara. Con cinco preguntas dirigidas al presidente Peña Nieto, Alfaro destrozó lo que en su campaña el presidente presumió como una de las cinco obras más importantes de su sexenio.
Es muy delicado que por situaciones de negligencia, de impericia, o incluso corrupción, se hayan instalado piezas que no funcionan, y que se tendrán que cambiar generando mayores gastos y dilataciones. Pero más grave aún y hasta criminal, es que se haya guardado silencio al grado de poner en riesgo a futuros usuarios si no hubiesen salido a la luz estas fallas.
Este tema no debe quedar en un reclamo, se tiene que llegar al fondo. Tenemos que saber también por qué la obra ha requerido mayores recursos de los presupuestados, a dónde fueron a parar los millones de pesos faltantes y porqué ha demorado tanto tiempo la construcción, cuando el referente más claro es que en tres años del gobierno de Guillermo Cosío Vidaurri siendo presidente Carlos Salinas de Gortari se terminó la Línea Uno, se hizo la Línea Dos y se dejó ya listo, aprobado y terminado el proyecto de la Línea Tres, con casi el mismo trazo que la que se está edificando aunque planeada totalmente subterránea.
El tema denunciado por Alfaro Ramírez debe ser investigado por la Secretaría de la Función Pública del gobierno federal y debe haber una exigencia para que se abra la información, se deslinde la responsabilidad que corresponda a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), así como a toda autoridad o instancia pública de la Federación o del Gobierno del estado, lo mismo en relación a las empresas constructoras y respondan por los errores que han costado tiempo, dinero, esfuerzo y riesgos y se proceda a la reparación del daño. Es necesario sí, cuestionar al presidente de la República. La obra ya de por sí ha causado graves afectaciones a los habitantes de la metrópoli y no queremos que ocurra una desgracia mayor.
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Atropellados por el tren
- Fuente Ovejuna
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Salvador Cosío Gaona
Jalisco /