Política

¿No se había terminado el Huachicol?

Este lunes se dio a conocer el decomiso más grande de huachicol en lo que va del sexenio. Fue en Coahuila, donde se encontraron más de 15 millones de litros de combustible robado. Las autoridades, encabezadas por Omar García Harfuch, dijeron que es el golpe más fuerte contra este delito en la actual administración. La noticia generó sorpresa… pero también muchas dudas.

Y es que no podemos olvidar que, hace unos años, el expresidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el huachicol se había terminado. Incluso lo dijo en la misma zona donde ahora se hizo este decomiso. Aquel anuncio fue presentado como uno de los grandes logros de su sexenio, pero los hechos recientes parecen contar otra historia.

No se trata de un caso aislado. En las últimas semanas, se han hecho otros decomisos importantes. En Tamaulipas se aseguró un buque con 10 millones de litros de combustible robado. También hubo más de 30 detenidos en un operativo contra una red dedicada a este delito en varias partes del país. Todo esto demuestra que el problema sigue presente y que nunca desapareció del todo.

Además, hay una modalidad más compleja: el llamado huachicol fiscal, donde se importa combustible sin pagar impuestos. Este tipo de robo no solo afecta a Pemex, sino también a las finanzas del país. Se calcula que las pérdidas por este delito superan los 9 mil millones de dólares al año, una cifra escandalosa que sigue creciendo.

Lo más preocupante es que estos operativos rara vez terminan con los verdaderos responsables tras las rejas. En el caso de Coahuila, por ejemplo, no se ha informado sobre detenidos importantes. Esto hace pensar que hay redes bien protegidas, quizás con ayuda desde dentro de las propias instituciones.

En lugar de lanzar discursos triunfalistas, el gobierno debería enfocarse en atacar el problema de fondo. No basta con decomisar millones de litros si no se castiga a quienes están detrás. De lo contrario, todo se queda en un show para los medios, pero sin resultados reales.

También es importante que se informe con claridad. Decir que el huachicol se acabó cuando no es cierto, solo genera desconfianza en la ciudadanía. La gente ya no quiere discursos, quiere resultados. Y estos solo llegarán si hay voluntad política, coordinación entre dependencias y cero tolerancia a la corrupción.

En resumen, el huachicol no ha desaparecido; se ha transformado. Lo que pasó en Coahuila es una llamada de atención. Si se quiere erradicar este delito de verdad, se necesita algo más que buenas intenciones y ruedas de prensa. Se necesita acción firme, justicia, y sobre todo, coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.


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Rubén Iñiguez
  • Rubén Iñiguez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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