¿En qué momento resultó que la artera embestida del oficialismo para demoler el Instituto Nacional Electoral (INE) —garante de elecciones confiables y responsable directo de haber llevado a cabo más de 300 procesos electorales de manera absolutamente profesional y transparente— es una medida dirigida a democratizar la vida pública de este país?
¿Cuándo fue que la plena validación por el INE de los triunfos en las urnas de todos y cada uno de los diferente partidos que pueblan nuestro escenario político, independientemente de sus colores e ideologías, significó su paralela adhesión a la agenda de una “minoría rapaz” y el sometimiento a los intereses de los “conservadores” siendo que, en los hechos, la izquierda opositora ha gobernado durante décadas la capital de todos los mexicanos y el propio régimen de la 4T llegó al poder sin problema alguno en 2018?
¿Por qué la decisión de no acatar las leyes supremas inscritas en la Constitución y proceder entonces a decretar discrecionalmente disposiciones que violan de manera flagrante el espíritu de la Carta Magna tendría que responder a la voluntad del “pueblo” y no, por el contrario, entrañar una traición a los principios republicanos que brindan derechos y garantías a ese mismo pueblo?
¿Por qué los guardianes del Estado de derecho en México, los magistrados del tribunal constitucional, son ahora los primeros acusados —por no decir merecedores de insultos y bajezas— en lugar de que se les reconozca, a esos jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la probidad y rectitud de quienes responden simplemente a su muy patriótico compromiso con la legalidad?
¿A partir de qué posible “transformación” del comportamiento cívico se volvió el referido “pueblo” el promotor por excelencia de las acciones descaradamente inconstitucionales emprendidas por los congresistas y no el gran vigilante ciudadano que exige decencia y honestidad a sus representantes populares?
¿Ya se hicieron ustedes estas preguntas, señoras y señores del Movimiento de Regeneración Nacional y apóstoles de la 4T, o prefieren archivarlas en algún lugar no frecuentado por su conciencia?