Lo de mis Chivitas se complica. Y lo malo es que siempre terminan por aparecerse en mi horizonte los seguidores americanistas –más odiosos que nunca, ahora que no les van mal las cosas: se me plantan delante y se ponen a imitar las poses de Cuauhtémoc cuando anotaba goles, (en sus tiempos de crack, antes de transmutarse en el nefario gobernador de Morelos, ese estado paradisiaco convertido ahora en un infierno terrenal)— para restregarme en las narices que los de Coapa les comen el mandado a sus rivales de siempre.
Alguna explicación tiene que haber. Amauri Vergara es un hombre enteramente comprometido con el equipo y no se puede ni lejanamente decir que le tenga sin cuidado lo que está pasando. Al contrario, ha hecho todo lo que está en sus manos y, para mayores señas, un tipo del calibre de Fernando Hierro es, ahora mismo, el presidente deportivo del club.
Chivas, durante años enteros, tuvo jugadores de enorme categoría: Benjamín Galindo, José Villegas, Ramón Morales, el ‘Bofo’ Bautista, Carlos Salcido, Omar Bravo, Ramón Ramírez, Claudio Suárez y el propio ‘Chicharito’, con todo y que el paso de este último fue muy fugaz.
Pues bien, parece faltarle talento ahora mismo al histórico club tapatío. Y su cantera tampoco está produciendo jugadores como en sus mejores tiempos. En todo caso, no tiene con qué competirle a los equipos que se han colocado en los mejores lugares de la tabla de este Clausura 2024.
La primera comparación no sería con el América sino con el Pachuca, una maquinaria de producir jóvenes jugadores que le puede plantar cara a cualquiera de la Liga MX en estos momentos, junto con ese Cruz Azul fenomenalmente resucitado y los dos regiomontanos que nunca faltan en la pelea por el título.
Algunos comentaristas decretan ya que Chivas tendría que contratar a jugadores extranjeros para poder competir contra todos los demás. Pues, para empezar, sería absolutamente inaudito que en un país de 130 millones habitantes no puedas encontrar siquiera 22 jugadores de un mínimo nivel, o sea, considerando una plantilla que no sólo tuviera a once estrellas sino el doble. Y, tener a un equipo de mexicanos es una seña de identidad absolutamente innegociable para Guadalajara. Los seguidores de Chivas nunca estaremos dispuestos a renunciar a ese principio. Los clubes son lo que son por algo y no es asunto, ahora, de bajar los brazos siendo, encima, que así, con futbolistas de pura cepa azteca, el club se ha hecho un lugar en la historia del balompié de nuestra nación.
Este escribidor no entiende por dónde van las cosas ni por qué se ha llegado a algo así. Que se aparezca un grupo de científicos para decirnos lo que está pasando.
