Ha iniciado por fin, el tiempo de hacer campañas políticas dentro de la legalidad, es decir cumpliendo las normas electorales tan vapuleadas en los meses anteriores por todos lo partidos políticos, pero exageradamente por Morena que tiene la preocupación por mantenerse en el poder a sabiendas de los pésimos resultados logrados por la presente administración federal.
Amlo con la elementalidad que lo caracteriza plantea que solo hay de dos sopas continuar con lo que llama la transformación o volver a la corrupción vivida antes de la llegada al poder de Morena.
Dos términos que son irreductibles por pertenecer a distintas categorías y planos conceptuales.
La falla de su planteamiento es que olvida que la primera lección que dejó su triunfo fue precisamente el reconocimiento de los partidos hoy en alianza como oposición, que el abandono de su ideología y la operación política y que de ella debieron derivar programas de gobierno, reconociendo las reivindicaciones buscadas originalmente por sus partidos y no entrar a un sistema favorecedor de las élites capitalistas nacionales e internacionales respaldado en la corrupción e impunidad.
Por tanto, la oposición tiene que recuperar los principios, objetivos y propósitos originales de sus respectivos partidos, actualizarlos con las visiones ciudadanas y plantear planes de gobierno que satisfagan las necesidades apremiantes que por desgracia se han agravado por la pésima actuación gubernamental, volviéndose temas y áreas de oportunidad.
Salud, educación, violaciones a la constitución, opacidad en el gasto público, que es corrupción; sobre costos de obras no prioritarias, entrega de obras de manera directa, sin licitaciones como obliga la ley; ataque al sistema de división de poderes bajo un falso discurso democratizador; compra de voluntades mediante los programas sociales, que son ciertamente necesarias pero no como moneda de cambio; el terrible endeudamiento, dirigido al gasto corriente contradiciendo a la constitución y que compromete las finanzas de tres administraciones siguientes, son temas para fincar una campaña opositora.
Para la gente inteligente queda claro que Morena, prometiendo un doble piso para la transformación, significa que promete que continuará con la corrupción, la ineficiencia, y la destrucción.