Política

José Antonio

Cuando José Antonio Fernández Carbajal asumió la dirección general de Femsa, en 1995, no tenía más de 41 años. Había entrado a la gigantesca empresa de Monterrey apenas siete años antes, y había venido recorriendo la organización cambiando constantemente de responsabilidades: estuvo en planeación estratégica, fue director general de Oxxo y director de ventas de la Cervecería, y también ocupó el rol de director general de operaciones.

Los ingresos totales de Femsa no llegaban entonces a 30 mil millones de pesos, y cerca de 80 por ciento de esto venía de dos negocios: cerveza y refrescos. Oxxo ya figuraba —era una cadena que crecía muy rápidamente—, pero sus ventas no movían la aguja en los estados financieros. Había también un negocio de manufactura de latas, botellas y corcholatas (entre otros).

México estaba en plena etapa de cambio. La entrada en vigor del TLC transformaría por completo el mundo empresarial: ahora, las capacidades que las empresas necesitaban tener para ser exitosas distaban mucho de las habilidades que habían sido necesarias en las décadas anteriores. 

Junto con Alfa, Vitro y Cemex, Femsa formaba parte de un exclusivo grupo de empresas regiomontanas que destacaban entre las más importantes del país. Vale la pena recalcar que ese mismo año Vitro también recibió un nuevo director general: en enero de 1995, Federico Sada González asumió las funciones de CEO en Vitro.

A lo largo de las siguientes décadas, Femsa se fue ajustando a los cambios en el entorno y aprovechando oportunidades que se le cruzaron en el camino. Fernández Carbajal dejó la dirección general en 2014 y se quedó como presidente ejecutivo del consejo de administración; luego regresó a ocupar el cargo de CEO, de forma interina, en verano de 2023.

En noviembre, lo reemplazará como CEO de Femsa su hijo, Jose Antonio Fernández Garza-Lagüera. Él tiene 43 años; los últimos 14 los ha pasado dentro de la empresa familiar. 

Esa empresa es hoy muy, muy diferente a la que se encontró su papá en 1995. En estos 30 años, los ingresos totales se multiplicaron 26 veces y este año deben ingresar más de 800 mil millones de pesos. 

Ahora ya no está el negocio de cerveza. Coca-Cola continúa siendo una de las claves —el año pasado aportó 36 por ciento de los ingresos totales del grupo— y son ahora sus negocios de retail los que están impulsando su crecimiento. Este nuevo Femsa es mucho más internacional: entre tiendas de conveniencia, farmacias, gasolineras y otros formatos, tienen algo así como 33 mil puntos de venta, que más allá de México están también en países como Colombia, Brasil, Chile, Suiza, Estados Unidos, Holanda y Alemania. 

En las tres décadas que lleva Fernández Carbajal a la cabeza de Femsa, la empresa pasó de menos de 40 mil trabajadores, a emplear a casi 400 mil personas. Y con todo y con el hecho de que últimamente el precio de la acción no ha estado en sus mejores momentos, sobra decir que el valor generado para los accionistas ha sido muy, muy significativo. 

La realidad es que 30 años después, Femsa sigue siendo el referente entre las empresas regiomontanas. En términos de ventas es la tercera empresa más grande en México, y una que hoy se distingue también por sus innovaciones en temas digitales. Fiel al estilo de sus fundadores, ha cuidado su reputación incluso ante los momentos más difíciles. 

El primer José Antonio le entrega una gran empresa al nuevo Jose Antonio.


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René Lankenau
  • René Lankenau
  • Fundador de Whitepaper
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