Un primer servicio financiero, una cuenta de cheques, facilita la vida y la planeación de gastos e ingresos, y permite acceso a otros servicios. Bancarizar es el primer paso de la inclusión financiera; el segundo, son los conocimientos para aprovechar los productos, es decir, educación financiera.
En México 90 por ciento de las transacciones son en efectivo y solo 40 por ciento de la población está bancarizada. La necesidad del país es enorme, sobre todo cuando sabemos que con inclusión hay mayor bienestar.
Los usuarios inician con una cuenta y luego vienen otros servicios financieros “para iniciar o expandir negocios, invertir en educación o salud, gestionar el riesgo y superar las crisis financieras, (y) pueden mejorar la calidad de sus vidas”, dice el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2020.
Una herramienta es el Open Banking, que permite estar donde el potencial cliente interactúa, y uno de los bancos en México que más lo ha aprovechado es BBVA. Este año se aliaron con Zolvers, plataforma que conecta clientes con personas que ofrecen trabajo en limpieza y mantenimiento del hogar, para brindar cuentas bancarias a entre 20 mil y 32 mil personas trabajadoras del hogar. De las usuarias que ofrecen sus servicios en Zolvers, 80 por ciento no tienen cuenta bancaria.
Lo mismo hicieron en 2019 con Uber y sus socios conductores: la plataforma usa la APIs abierta de BBVA para pagos en tiempo real y tarjetas de débito. Desde 2017, trabajan con Kavak, la primera unicornio mexicana, y ofrecen el financiamiento de los autos. Y acaban de anunciar su alianza con la plataforma educativa Saeko para bancarizar a 20 mil estudiantes.
“A cada persona la analizamos y dependiendo de sus gastos y salud financiera les ofrecemos distintos productos”, me dijo Sergio Torres Lebrija, director de Estrategia e Innovación de banca digital BBVA México. Añadió: “la suma de opciones para que el cliente personalice sus finanzas, pensando en un entorno de educación y salud financiera, lo hemos trabajamos mucho y dará de qué hablar en 2021”.
Para Sergio, una responsabilidad del banco es ayudar a sus clientes a administrarse y tomar decisiones financieras correctas, ya sean de inversión o prevención, y para eso crearán más herramientas digitales innovadoras. Sus números muestran el esfuerzo y ‘mantra’ digital: de sus 22.5 millones de clientes, 52 por ciento son digitales. Y, de sus ventas, 62 por ciento son vía canales digitales versus sucursales. “Lo que estamos construyendo es que los 11.8 millones de clientes digitales tengan cada vez más herramientas para prever el futuro”. Hace unos años se decía que solo las fintechs llegarían a donde los bancos no podían. Pero hubo quien entendió que el futuro es digital, que el efectivo se usará menos y que las alianzas permiten ofrecer inclusión financiera y progreso. Espero que 2021 traiga muchas nuevas formas de educarnos y participar en el sector financiero. ¡Bienvenido!
@vivircomoreina