El futbol como distractor social le vino como anillo al dedo al mundo entero por la pandemia del Covid-19. El encierro, el confinamiento, según reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMD) ya se estaba presentando frecuentes casos de estrés social, violencia familiar entre otros. ¿Cuál era el bálsamo? Para subdsanar el malestar social. Por supuesto, el deporte y si se trata del futbol mejor. De ahí de que el futbol fue de los primeros deportes masivos en abrirse al público. En primera instancia por la televisión y posteriormente de la manera gradual de forma presencial. Hace algunos meses leí un texto del doctor Oswaldo Morales, egresado de la Universidad de Así, con estudios de posgrado en la Universidad de Barcelona. Publicó un artículo científico que tituló: El impacto social del futbol. Menciona que “no existe aún un deporte en el mundo y mucho menos en la región Latinoamericana que despierte tantas pasiones y genere tantos sentimientos ambivalentes de alegría o tristeza, como el fútbol”. Asegura que este deporte “influye en el estado de ánimo de toda una vida”. Recuerda “basta con recordar la tragedia que se desató cuando Brasil perdió la final del Mundial de 1950 contra Uruguay. Incluso, llegaron a existir suicidios y la derrota impactó con más dolor en el pueblo brasilero que una eventual guerra. Y es que al final, el fútbol mueve elementos primitivos del hombre, que se encuentra representado por esos guerreros (futbolistas) que se van a enfrentar”. En alguna ocasión Eduardo Galeano grafica muy bien el sentimiento con la siguiente metáfora: "futbol como un ritual de sublimación de la guerra donde once hombres de pantalón corto son la espada del barrio, la ciudad o la nación". “El futbol mueve pasiones en los países de la región y se ha convertido, con el tiempo, en un fenómeno de masas que tiene un impacto social, que bien canalizado puede ser un elemento de desarrollo y bienestar social. También puede ser un catalizador de las angustias sociales y generar sentimientos de orgullo alrededor de un objetivo común como nación que, simbólicamente, es representado por un logro deportivo como impulso para los logros mayores de una nación”. Por eso no nos extraña que en la ciudad de Guadalajara se presentan de manera reiterada condenables acciones de la delincuencia organizada, como el terrible asesinato de tres ejemplares jóvenes que los sacaron de sus casas para asesinarlos. Hecho que provoca un estado de repudio social; se organizan marchas para exigir justicia y “contradictoriamente”, el Gobernador Alfaro prefiere asistir a un partido de futbol de la devaluada Liga de Expansión en Tepatitlán.
Como anillo al dedo
- Contragolpe
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Raúl de la Cruz
Ciudad de México /