No soy fan de las reuniones de alto nivel como la cumbre trilateral, porque la agenda es el mantel que abarca todas las prioridades comunes que en realidad deben ocupar un plan de trabajo continuo para resolverlas, y en unas horas de encuentro de mandatarios no alcanzan ni siquiera a delinear conclusiones de esos trabajos si tan siquiera existieran.
Debajo del mantel están los elefantes incómodos que sí hay que reconocer, que se tratan en lo oscurito en viajes del aeropuerto al hotel en la recepción del presidente mexicano al mandatario que nos visita. El elefante más grande en cuestión es el reclamo de los empresarios energéticos de EU y Canadá de que no se les está dando trato nacional vis a vis en la CFE.
Obviamente, lo mínimo que tienen que hacer nuestros vecinos mandatarios y socios del T-MEC es hacer público su respaldo a sus descontentos empresarios que acusan a la presente administración mexicana de no darles trato nacional.
Pero en lo oscurito, en sus viajes al aeropuerto, el presidente mexicano tiene que explicar a sus homólogos que la “discriminación” se origina hacia empresas productoras de energía que estaban actuando al margen de la ley, generando un mercado paralelo de energía eléctrica.
Tiene que ser en lo oscurito porque ni modos que nuestro Presidente acuse en público a sus socios estratégicos de defender a quienes ante las leyes mexicanas actuaron al margen de estas, sin convertirse esto en una confrontación que nadie desea. Es por eso por lo que tampoco avanza el mecanismo instituido en el seno del T-MEC de resolución de controversias, y me temo que el tema terminará en el baúl de casos no resueltos institucionalmente.
El otro elefante debajo del mantel es el del tratamiento del mercado de fentanilo y otros estupefacientes. Es un tema que trasciende las soberanías de cada país en cuanto a quién debe cuidar sus mercados nocivos. Es un tema de soberanía aspiracional a donde México quisiera que las acciones domésticas de su vecino no afectaran nocivamente la seguridad pública de los mexicanos. Pero es un tema tan complejo como prioritario para ambos países de resolverlo. Para Estados Unidos por la salud de sus nacionales y para México por la seguridad de nosotros.
@PatyArmendariz