Empieza el proceso de entrega recepción en las administraciones municipales y seguramente habrá un protocolo de la Auditoría Superior del Estado para supervisar a los alcaldes que se reeligieron.
Una vez instalados los 217 cabildos de los ayuntamientos, es de interés de los gobernados si sus alcaldes, además de ser electo o reelecto, se dedicará a gobernar con eficiencia o a preparar su campaña para 2024.
Luego de reelegirse, muchos ediles planean con sus partidos seguir su carrera política y empiezan a acariciar la intención de reelegirse, dar el saldo al Senado o Cámara de Diputados, y los menos, a la gubernatura.
En este contexto, es innegable que el presidente municipal que ocupará la alcaldía poblana se visibiliza como una de las cartas fuertes a la gubernatura.
En la historia política reciente ocurrió que los alcaldes en funciones y ex alcaldes se convertían en automático en potenciales candidatos a la gubernatura, postulados por sus respectivos partidos.
En esa ruta se pueden recordar los casos de Mario Marín Torres, que de alcalde de la ciudad capital pasó a ocupar la gubernatura.
Se repitió el caso con la elección para la llamada minigubernatura. Debido al ajuste del calendario electoral para empatar en 2018 las elecciones concurrentes, locales y federales, se justificó la solicitud de licencia a Antonio Gali Fayad para ser nominado como candidato a gobernador.
Dos alcaldes poblanos más se proyectaron como oferta electoral a la gubernatura: la primera alcaldesa Blanca Alcalá Ruiz, quien perdió contra Gali Fayad; y Enrique Doger Guerrero, en la elección ordinaria de 2018, pero quedó en tercer lugar, detrás de Miguel Barbosa y Martha Érika Alonso (+).
Esta lógica de circunstancias políticas colocan al electo alcalde poblano Eduardo Rivera Pérez en el inevitable exhibidor de los posibles aspirantes a la gubernatura.
Aunque parece prematuro no lo es, porque en este país que se gobierna con campañas y propaganda oficial rumbo a 2024, Rivera Pérez y demás alcaldes tendrán que definir si llegarán a gobernar para ofrecer una buena administración o colocarse en el arrancadero en la carrera por la gubernatura en 2024.
Pablo Ruiz
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