Cultura

¿La fe son fe?

Este reciente fin de semana fue uno de esos en los que me llegaron mensajes simultáneos que me hicieron reflexionar en la forma que hoy vivimos la fe los seres humanos, independientemente de nuestros credos, religiones o ideologías.

Para completar mi ejercicio de reflexión quise irme primero a la búsqueda de lo que los diccionarios definen como fe y me encontré uno que encaja perfectamente en mi artículo: “seguridad, aseveración de que algo es cierto”.

Acto seguido busqué en la Biblia una de las definiciones más conocidas que dice que “ahora bien, la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos” (Hebreos 11:1).

Me vino a la mente uno de los párrafos del tercer paso de los Alcohólicos Anónimos en el que explica que la fe es lo que hacemos todos los días cuando prendemos la luz de cualquier habitación. No sabemos a ciencia cierta lo que sucede con la energía eléctrica, ni cómo fluye, pero tenemos la certeza de que al apretar el botón de encendido se prenderán los focos.

El tercer paso de los AA habla precisamente de la fe que obra, de la confianza y el desapego: “decidimos poner nuestras vidas y nuestras voluntades al cuidado de Dios como cada quien lo conciba”.

¡Así tal cual debería ser nuestra fe! Confianza absoluta de que hemos hecho lo que nos corresponde y de que sucederá lo que tenga que suceder.

El sábado escuché una frase que me dejó muy pensativo y que quizás fue lo que dio paso a esta reflexión. La paz es una de las muestras más claras de la fe.

Si no tenemos paz, es la mejor manera de comprobar la falta de fe y de que no confiamos en Dios, como cada quien lo entienda.

Y entonces ¿por qué tanta ansiedad, angustia, depresión y otros malestares en el ser humano contemporáneo?

¿Por qué la necesidad de querer controlar en lugar de soltar y confiar? ¿Por qué nuestros miedos e inseguridades nos llevan a querer manipular las circunstancias?

¿Por qué cuando nos proponemos algo que será bueno y nos traerá buenos resultados nos llena de estrés y nos quita el sueño? ¿Acaso no deberíamos soltar los resultados y confiar en el proceso?

Deepak Chopra, médico y pensador menciona en sus leyes espirituales dos que tienen todo que ver con esto que estoy tratando de explicar: la ley del menor esfuerzo y, la ley del desapego.

Se vale tener sueños y convertirlos en intenciones, trabajar por ellos y hacer lo que nos corresponde, soltando el resultado y confiando en el proceso.

Si algo trae paz, por ahí es. Si no, seguramente es camino equivocado.

De nada nos sirve decirnos hombres y mujeres de fe, recitar nuestros libros sagrados de memoria, acudir a una iglesia o compartir con otros correligionarios nuestras creencias, si nos falta lo más importante: la certeza de que sucederá.

¿Cuántos vivirán la fe sin fe? Que nuestra paz interior responda esta pregunta en la confianza de qué todo es como es.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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