A los ciudadanos no nos molesta que el municipio y Sapal negocien y le condonen la deuda al Estadio León, lo que nos molesta es que como leoneses no se nos dé ese mismo trato de un 62% de descuento y plazos para liquidar el restante. Si las personas se han atrasado en sus pagos del servicio de agua, que es un servicio básico y por cierto, un derecho humano, también contemplado en los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, no es por gusto, evidentemente es porque han sido golpeados por la pandemia y por inconformidad no atendida por la autoridad en el cobro del servicio, que es bien sabido, cualquier falla en la lectura lo atribuyen a fugas inexistentes o lectura de aire en los medidores, obligando así a pagar a los ciudadanos por servicio y producto que en realidad no recibió.
Mi pregunta y análisis es: si hubo la voluntad política por parte del municipio y Sapal para condonar una deuda millonaria al Estadio León, por qué no hay la voluntad política del municipio y Sapal para sentarse a negociar con cada ciudadano que no tiene acceso a agua en virtud de estas situaciones que anteriormente les comento. Además, se siguen cobrando recargos y se van acumulando cuentas que definitivamente el ciudadano perjudicado decide ya no pagar de lo absurdas que son, así que se procede a contratar pipas de agua, que por cierto, también quiere empezar a reglamentar el municipio sin tomar en cuenta que es Sapal quien con su comportamiento poco ético y de abuso hacia el ciudadano está propiciando que se usen pipas en lugar del servicio de agua potable, que reitero, es un derecho!!!!!!
Son muchas familias las que tienen una situación irregular con Sapal, son muchas las que quisieran regularizar esta situación, pero Sapal se sigue haciendo de la vista gorda sin ofrecer soluciones a los ciudadanos. Es lamentable que un problema que es general en León sigue sin atenderse y que condonen a un estadio esa cantidad, que claro que perjudica al erario público, pero no puedan hacerlo con las personas que necesitan del agua para vivir dignamente en su día a día y cuyas cuentas son mucho menores que las del estadio pero también sus bolsillos, por lo que requieren más subsidio que un estadio de fútbol. además, no se está pidiendo un subsidio sino un reajuste en las cuentas congeladas y los servicios congelados por cobros inexistentes y excesivos, se pide justicia y tener derecho al agua sin tener que pagar por aire.
Nancy Fonseca*
@SoyNancyFonseca