La preparatoria es el nivel educativo con la mayor deserción en México, ronda el 10 por ciento de la matrícula. Se trata de un punto de quiebre porque, por la edad del estudiantado, la alternativa de integrarse a la vida laboral comienza a vislumbrarse en mayor medida. Esta situación es, por supuesto, más palpable cuanto menor es el ingreso de la familia. A ello se suma la presencia del crimen organizado como un constante acecho para integrar juventudes a sus filas. Sin embargo, la información que arroja el mercado laboral indica que, a mayor nivel de estudios, mejora el nivel de ingreso. Por ello, lograr que nuestras juventudes terminen de cursar la preparatoria es un reto fundamental para el Estado mexicano si queremos romper el círculo vicioso de la falta de movilidad social.
Esta apuesta no se puede hacer de una forma tradicional. Es importante considerar el contexto propio de las distintas comunidades y ofrecer alternativas viables e innovadoras. El ejemplo internacional de Alemania y Suiza en el tema de la educación dual, en la que, al tiempo que se aborda la currícula básica, se brinda formación de carácter tecnológico, es un buen paradigma a seguir. Pero no es suficiente para mantener a los jóvenes y a sus familias comprometidos con graduarse de este nivel de estudios.
Los CBTIS constituyen uno de los principales esfuerzos por desarrollar la educación dual en nuestro país, ya que brindan junto con el bachillerato, una oferta de formación técnica en ramas que van de la contabilidad al diseño digital. El CBTIS 99 se ubica en la zona a la que se dedica la Iniciativa Campana Altamira que suma los esfuerzos del Gobierno del Estado, el municipio, el Tec de Monterrey y Fundación Deacero, entre otros actores, quienes trabajando en conjunto con directivos y profesores de la institución han generado alternativas para los estudiantes logrando que, por ejemplo, pasaran en la evaluación Nuevo León Aprende del último al primer lugar en “mentalidad de crecimiento” en apenas un año. Así de poderoso es dedicar tiempo y esfuerzo a nuestras juventudes. Hay 288 CBTIS en el país, cada uno debería contar con un ecosistema que lo apoye para tener logros semejantes.