Todo parece indicar que 2026 iniciará a tambor batiente con el tema de la reforma electoral. La iniciativa presidencial y dos propuestas ciudadanas se declaran prácticamente listas. Así que bien vale la pena dedicar a este asunto los 12 deseos de las uvas al alba del año que está por comenzar; nuestra democracia bien merece resonar con las campanadas.
Discusión abierta y tolerante donde todas las propuestas sean estudiadas y todas las voces realmente escuchadas.
Que el Congreso no se convierta en un mero trámite para la propuesta presidencial.
Una democracia menos costosa financieramente, pero que no arriesgue su calidad. Es tiempo de que el rescate que hemos pagado por la confianza ciudadana deje de ser tan oneroso; pero no podemos olvidar que lo más caro sería perder de nueva cuenta la credibilidad electoral. Ir por el justo medio entre coste y medidas antifraude debe ser un objetivo central.
Candados inviolables al clientelismo electoral. La posibilidad de comprar el voto es directamente proporcional al tamaño de la pobreza y crea un círculo vicioso en el que los gobiernos que se nutren de las necesidades más apremiantes de la ciudadanía no tienen incentivos para combatir la precariedad. La vigilancia y el castigo de esas prácticas tienen que fortalecerse, nunca eliminarse.
Inclusión real en la que cada grupo encuentre oportunidades para su representación en los espacios de toma de decisión. Las medidas afirmativas tienen que seguirse utilizando en un país como el nuestro con gran pluralidad, pero también con enormes desigualdades. El origen étnico, la orientación sexual, la discapacidad no pueden ser motivo para la exclusión de la toma de decisiones públicas, sino realidades a incorporar en todos los procesos que impacten a esas comunidades en lo particular, pero también en todos aquellos que incidan en la sociedad en su conjunto.
Permanencia de los Organismos Públicos Locales Electorales, que han sido pilares de la construcción democrática del país. Aunado a la realidad insoslayable de que desfogan gran parte del trabajo antes, durante y después de la jornada electoral.