Política

¿Seguimos o avanzamos?

Definida la elección del pasado 2 de junio, salvo intervención del Tribunal, toca mirar para adelante y pensar en las oportunidades surgidas de la posibilidad de corrección y mejoría de la atención de los asuntos públicos.

Ciertos grupos se han decepcionado y todo lo ven como más de los mismo, con algunas variantes en aspectos secundarios. Otros grupos lo ven como la maravillosa promesa cumplida y están en aquello de “ahora es la mía, o la nuestra”, pues esperan el favor o los favores de los elegidos y de los nuevos funcionarios nombrados por ese elegido para “ahora sí me toca el turno de hacer mi proyecto”, independiente de la índole del tal proyecto, obvio.

Habrá, desde luego en el grupo de los elegidos en los distintos puestos de decisión, quienes verán los resultados como la oportunidad de realizar acciones para resolver problemas de la población, o problemas de la vida diaria de los mexicanos, en la economía, medio ambiente, educación, salud, en las relaciones entre pueblo y gobierno y quizá (esta es la gran duda) en la seguridad cotidiana de ciudadanos, poblaciones y el país en su conjunto.

La seguridad, mejor dicho, la inseguridad y las violencias que provoca es, quizá, el factor negativo más importante del país y de prácticamente todos los mexicanos. De todos, no porque todos seamos bandoleros, sino porque la inseguridad actual ya forma parte indispensable de negocios, transporte, construcción del futuro, venta de mil y un artículos, corrupción, compra de apoyos, juicios y negocios. No lo cambiará un gobierno, por excelente que sea, sino por sucesivos gobiernos apoyados en la población decidida a eliminar las condiciones de la estructura social, económica y política cuya índole genera esas violencias y de la inseguridad que establece como modo de vida ordinaria. La muestra es hoy nítida: ¿cuántas personas interesadas en el proceso electoral reciente, como candidato o como funcionario, fueron muertos con violencia?

La vida cotidiana de personas, familias, empresas y gobierno será posible sin violencia cuando los miles de transacciones diarias, entre personas u oficinas, se de en un ambiente pacífico, amigable y sólo con las presiones propias de la “lucha por la vida diaria” cotidiana. De ahí la importancia de reducir un número: la cantidad diaria de personas asesinadas, hoy en alrededor de ochenta y cinco. ¿Será posible?


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Miguel Bazdresch Parada
  • Miguel Bazdresch Parada
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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