El obispo de Tehuacán, Gonzalo Alonso Calzada puso el dedo en la llaga, cuando afirma que la corrupción y las adicciones en los jóvenes, son dos de los principales problemas que afectan a nuestra sociedad, a pesar de que el gobierno federal tenga "otros datos".
El prelado aprovechó el Domingo de Resurrección, con el que concluye la Semana Mayor, para externar su confianza en que también la sociedad pueda resurgir a pesar de los graves problemas que enfrentamos.
Invitó a los feligreses a no resignarse a la muerte y a los signos de la desesperanza, a pesar de la violencia y las muertes, e injusticias, así como la pérdida de valores, y las adicciones que atacan a nuestros niños y jóvenes.
Como bien lo señala, y aunque sus declaraciones no agraden en el ámbito oficial, los mexicanos debemos hacer el bien, aunque haya muchos delincuentes que parecen apoderarse se nuestra tranquilidad.
Desafortunadamente, las cifras ubican a nuestra entidad en el lugar seis con mayor número de delitos, en el primer trimestre del presente año con 20 mil 887 hechos dentro del territorio poblano.
La lista a nivel nacional la encabeza el Estado de México con 88 mil 863 crímenes, seguido de la Ciudad de México con 51 mil 250 y en tercer peldaño Guanajuato con 29 mil 979 incidencias delictivas.
La nota de mi compañera Elvia García revela que los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en Puebla cada día de enero a marzo se registraron 232 delitos.
Por si fuera poco hay un incremento del 9 por ciento, en el número de delitos en el primer trimestre de 2025, respecto al mismo periodo al pasar de 18 mil 809 a 20 mil 887.
En el tema de los feminicidios, reportó ocho casos; nueve secuestros; 235 incidentes de abuso sexual; 124 acosos sexuales; 20 incidencias de hostigamiento sexuales; 115 casos de violación simple y 61 violación equiparada.
Como ciudadanos debemos confiar, aún cuando las señales digan otra cosa, que las cosas pueden cambiar, pero para ello deberíamos poner cada uno de nuestra parte, de lo contrario imposible resurgir de las cenizas.