Es una malsana práctica de todos los gobiernos, sí de todos y aquí nadie, ni uno de los tres niveles de gobierno de ningún partido político se salva de caer en la tentación de sacar raja económica de las compras que se realizan, algunos en mayor proporción que otros como la de aquel ex gobernador de Nayarit que decía que robaba “pero poquito”.
Las formas más comunes están relacionadas primero con la opacidad, en donde se cierra la puerta al ciudadano de consultar el manejo de los recursos mediante la figura de la reserva, justificada con un sinfín de pretextos para ocultar, por el tiempo deseado la manera en la que se gastó el dinero, que no es de quienes gobiernan sino de todos los que aportamos de una manera u otra con nuestros impuestos.
“Sin obras no hay sobras”, dicen quienes deberían de estar tras las rejas, pues no se entiende que quien al tomar el cargo juró respetar la Constitución y las leyes que de esta emanen y al paso del tiempo se entrega a la displicencia de meter la manos en las arcas, que debieran para estos ser sagradas.
Y así por ejemplo nos encontramos con que al año pasado según el Instituto Mexicano para la Competitividad, las instituciones públicas federales adjudicaron dos millones 500 mil pesos a empresas fantasma, 107 millones 868 mil a empresas sancionadas y tres mil 474 millones a empresas de reciente creación. Los riesgos detectados con la falta de competencia dado el alto índice de adjudicaciones directas, la opacidad, e incumplimiento de la ley y los proveedores de riesgo que para nada son ajenos para nadie.
En Guanajuato, único estado donde el Sistema Estatal Anticorrupción funciona, a medias, pero es el mejor, imagínese como están el resto de los estados, la preocupación respecto a todos estos factores de riesgo llevó a que todos los que están involucrados en procesos de compras de gobierno, todos, incluyendo la autoridad presentaran una iniciativa para blindar estos procesos.
Resulta que un tema que debiera ser incluso hasta bandera de campaña para quienes deseen reelegirse en el Poder Legislativo, les ha pasado de noche con el grave riesgo de repetir escenarios nacionales, y ejemplos sobran aquí los hemos publicado. No se olvide que después de la seguridad el tema más preocupante es el de la corrupción.