Si hay algo que da coraje es la impunidad con la que se pueden mover por todo el territorio mexicano los vehículos importados de manera ilegal que llegan al país solo para generar una serie de problemas que bien podrían evitarse como mucho otros si solo se aplicara la ley parejo para todos sin distinguir mexicanos de primera o de segunda categoría.
Y es que se entiende que existen muchas personas que no tienen acceso a la compra de un automóvil ya no digamos seminuevo… usado, por los precios que representan y digamos que de alguna manera por la necesidad para desplazarse desde lugares remotos donde el acceso a vialidades y servicios es difícil, entonces y solo entonces entenderíamos la adquisición de un vehículo extranjero, algunos de ellos traídos por familiares que trabajan en la Unión Americana y que luego dejan a sus familias para el traslado.
Pero resulta que este gesto se ha convertido en una ley de la selva en donde ahora en las calles vemos automóviles deportivos de lujo, camionetas aunque de modelos viejos consideradas de alta gama y otros coches que bien pudieron adquirirse en el mercado nacional, pero que por ser ilegales entran al país a costos irrisorios con ganancias en muchos casos aunque usted no lo crea, para delincuentes que trafican con ellos.
No solo eso, es lastimoso ver cómo las autoridades desde municipales hasta federales les permiten circular con pseudo placas concedidas por organizaciones de dudosa reputación como la Unión Campesina Democrática que lo único que hace es enriquecerse otorgando documentos que dan impunidad a todos estos propietarios de vehículos ILEGALES sí, por que si usted es el propietario de este tipo de automóviles está en la ilegalidad.
Y mientras tanto el resto de los mexicanos hacemos el esfuerzo por permanecer en la legalidad, comprando nacional, pagando impuestos, estatales y federales, pagando seguro y documentos oficiales para que seamos blanco luego hasta de malos elementos de tránsito que lo único que buscan es recaudar.
La denuncia es abierta, dicen que quieren acabar con la corrupción y no veo a tránsito deteniendo chocolates.