Política

Adiós a la Policía Federal

No me quiero imaginar el sentir de los elementos de la hoy extinta Policía Federal cuando el presidente de México aseguró que su corporación era corrupta, y por eso desaparecía, para integrarse a lo que han llamado el proyecto de corporación “tal vez el más importante de la historia”.

Viene a mi mente ese muro en el que están las placas de los elementos caídos en el deber, de aquellos que dieron su vida enfrentando a los delincuentes en el país, me pregunto con qué ánimo llegan siendo de los tres grupos que conformarán la Guardia Nacional al que peor se han referido, y tal vez el que haya tenido más bajas que ninguna otra corporación federal.

Es inevitable pensar en las familias de estos policías, cuyas imágenes crudas revelaban la violencia de la que eran blanco de los delincuentes, fotografías que quedaron para la posteridad en la nota roja y que parece ser de poco sirvió el haberse entregado en cuerpo y alma a su profesión.

Sí, había corrupción, pero juzgar tan duro a la Policía Federal es como calificar de narcotraficante al Ejército por la existencia de delincuentes como José de Jesús Gutiérrez Rebollo, o León Trawitz investigado por presuntos nexos con huachicoleros. El Ejército Mexicano es un orgullo para la nación, está conformado por hombres que han decidido entregar su vida al servicio de sus compatriotas, hay hombres y mujeres muy valiosos con familias orgullosas de ser parte de esas historias.

En la Policía Federal también era así, y desafortunadamente se le sepulta con desprecio, dejando sobre ella un velo oscuro que creo que no se merece. Un ejemplo de policía ejemplar es “El Tiburón”, apodo que por seguridad le dieron a uno de los elementos que detuvo ni más ni menos que al “Chapo” Guzmán, aquí un pequeño fragmento de su testimonio:

“Para ser un policía que pase pruebas de 50 millones de dólares o de 500 mil pesos, hay que querer ser policía, sentir todos los días a la Policía, salir orgulloso y con ganas.

“Tengo la fortuna de ser ejemplo de que cuando actúas de forma correcta, las cosas salen bien, que la Policía Federal te lo reconoce y eso te motiva a echarle más ganas. Sé que de haber decidido otra cosa aquella mañana, habría perdido lo que ya gané, que es el respeto de mi familia y de quienes en mí confían. Además de que hubiera decidido seguir una vida que me condenaba a estar siempre huyendo y en la que difícilmente hubiera tenido un buen final”.

De muchos de estos hombres estaba hecha la Policía Federal.

miguel.puertolas@milenio.com

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Miguel Ángel Puértolas
  • Miguel Ángel Puértolas
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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