Política

El día que pasó

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En ambos sudanes hay gente buscando ir a Etiopía. Afganos intentan lo propio en Alemania y más de seiscientos mil rohinyás subsisten en el campamento Kutupalong de Bangladesh. Las ucranianas y sus hijos tienen diferentes suertes y apoyos dependiendo de la geografía.

Venezolanos atraviesan el continente entero, a menudo para quedar de nuestro lado del río. A los cubanos se les sigue invisibilizando a razón de ideología y la anacronía de un latinoamericanismo cruel. Nicaragüenses lo seguirán siendo a pesar de que su gobierno les retire la nacionalidad.

Imagino que ya a pocos les sorprende encontrar un sirio en sus ciudades. Libios y no libios salen de Trípoli rumbo a Italia. Hace unos días, de setecientos cincuenta a bordo de un barco sobrevivieron poco más de cien tras su naufragio.

Una mujer embarazada murió en una lancha inflable rumbo a Canarias. Fue el cadáver entre cincuenta y dos migrantes.

¿Qué tanto hablamos con profundidad de refugio, en el nuestro, un país presente en cada lista sobre el tema?

La asignación de fechas apenas sirve de pretexto para conmemorar lo que no se atiende. En México, el Día del refugiado se carga de distancia y una mitología que no aguanta contradicciones. Si las solicitudes de refugio se dispararon, aquí las emergencias se enfrentan a la claudicación de la ley electoral y a los gustos pop de un ministro en la Suprema Corte.

De ciento ocho millones de desplazados en el mundo, treinta y cinco de ellos son refugiados. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas, la cifra se duplicó en una década.

Invasiones, violencias, dictaduras y sí, crisis climática. El Programa Mundial de Alimentos recortó sus raciones por falta de fondos.

Ucrania y Afganistán tienen seis millones de los suyos sin poder regresar a casa.

Cerca de siete millones de sirios son refugiados luego de 12 años de guerra. A pesar de estudios dando cuenta de que no quieren volver, la normalización de relaciones con la dictadura Assad presiona su retorno. Devolverlos simboliza la indiferencia, permite la entrega de recursos al régimen. Emiratos y Arabia Saudita son impulsores de lo aberrante.

Cada tanto hay que escribir de lo que aparentemente interesa poco. Justo por esa razón. 


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Maruan Soto Antaki
  • Maruan Soto Antaki
  • Escritor mexicano. Autor de novelas y ensayos. Ha vivido en Nicaragua, España, Libia, Siria y México. Colabora con distintos medios mexicanos e internacionales donde trata temas relacionados con Medio Oriente, cultura, política, filosofía y religión.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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