Cultura

TEMPLO DEL TIEMPO

  • Taller Sie7e
  • TEMPLO DEL TIEMPO
  • Martha Izaguirre

En palabras de la estudiosa del tema Dra. Ma. del Carmen Valdés Sagués: «El museo es el espacio donde se pone en escena la historia para cumplir ciertos fines simbólicos y políticos.» ¿Tiene vigencia esta concepción? Subyacen en ella la sombra del didactismo y el adoctrinamiento, la culturización direccionada, la museografía del mensaje y no del objeto.

De manera conservadora se propone aquí una nueva definición: un museo es un lugar en el presente para abrir la mirada al pasado. Lo cual presenta el reto de asir un pasado, que ya no es visible, y que tampoco se queda estático en esculturas o fotografías; asir un pasado que sigue vivo en eso llamado Cultura, que es la semilla del pasado germinando en el ser humano de hoy.

El museo es un centro ceremonial, el lugar para conectar el tiempo con el Tiempo, la conciencia humana con la Conciencia de la Naturaleza, al hombre con el Alma de los seres, al alma de los seres con su Origen.

El mexicano de hoy sufre la urgencia de los tiempos modernos, agobiantes con su demanda de productividad. El tiempo es oro y el país entero corre tras él. Esto hace de los museos de arqueología burbujas de vacío contenedoras de pasado, en un mundo consumidor de fantasías de futuro.

Un templo se forma al delimitar un espacio de comunicación con lo Superior: una región de cielo, una porción de tierra, un fragmento en el tiempo, cuatro paredes y un techo con dos torres. Las piezas arqueológicas son templos, representan un fragmento del movimiento del Tiempo. En un mundo que hoy privilegia la velocidad sobre la estancia en el momento, las esculturas son espacios de diálogo con el universo, mediante su contemplación.

Donde la contemplación es el propósito, se requiere ocio y un espíritu susceptible de ser emocionado. Por ello un museo se recorre a pie, con sentir descalzo, en caminata sobre la arena de una playa apacible.

Contemplar no significa la sola búsqueda del goce armónico de la mirada, sino la apertura del canal de la experiencia al diálogo. En la contemplación no se tiene conciencia del pensamiento, sólo se experimenta. Durante la contemplación de la pieza de arte prehispánico emerge la pregunta: ¿estoy lejos de ese momento que observo, o es el Tiempo continuo el que mi mirada conecta a través de la pieza contemplada?

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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