
Llamada el Rey de las asanas, el Parado de Cabeza aporta sangre fresca al cerebro que se regenera con este baño de oxígeno, pero el cuello recibe todo el peso del cuerpo y las cervicales pueden lesionarse si no se hace con el debido cuidado, técnica y supervisión de un instructor calificado.
El cuello está compuesto de siete vértebras cervicales que poseen unas protuberancias óseas a cada lado, por donde pasan las arterias vertebrales en dirección al cerebro. Como explica el portal especializado cpyoga.com, no es difícil entender que movimientos extremos de la cabeza puedan lesionar tanto las vértebras como estas arterias.
Funcionalmente, el ser humano no está hecho para poner todo el peso del cuerpo en los huesos del cuello, ya sea en flexión, extensión o neutral. Una parada de cabeza necesita una zona central abdominal fuerte y brazos, hombros y músculos de la base del cuello sólidos. Y aunque es cierto que el primer día de clase de yoga nadie debería estar realizando Sirsasana, con la alineación correcta y un poco de práctica, es posible hacerla casi sin riesgo.
El hecho es que personas que sufren de sobrepeso considerable, presión arterial alta, desprendimiento de retina, glaucoma, hernias, enfermedades cardiovasculares, espondilitis cervical o hernias discales no deberían practicar ni Sirsasana ni ningún tipo de inversión.
Existen al menos dos maneras de armar Sirsasana y aquí te comparto una que puede ser más fácil:
Para iniciar coloca la coronilla en el suelo con lo brazos doblados y las manos apoyadas en el suelo. Levanta la cadera y camina hacia los brazos. Este paso es clave, porque sentirás por primera vez la presión en el cuello. Es importante mantener los hombros separados de la cabeza para evitar que el peso recaiga sobre el cuello.
Mueve el peso del cuerpo hacia adelante y lleva una rodilla sobre el brazo. El otro pie está en el suelo. Si te sientes cómodo y fuerte intenta levantarlo y lleva la rodilla sobre el otro brazo. Pon atención en que la cadera esté estable, y el core activo y elevado. Puedes no subir las piernas porque si llegaste a este paso, ya estás de cabeza y recibiendo los beneficios de la postura.
De nueva cuenta, si eres principiante asegúrate de practicar Sirsasana bajo la supervisión de un instructor calificado.