Para que funcione una organización y alcance sus objetivos, son necesarios además de los recursos materiales, el llamado capital humano y el sistema que coordinará las tareas.
Una sociedad democrática pide a sus gobernantes se reconozcan y funcionen los derechos que demanda la legislación pero, sobre todo, que se respeten los contrapesos que limiten los actos de gobierno que puedan afectar precisamente al sistema democrático.
Todo gobierno en este contexto, está obligado a dar resultados positivos que favorezcan a la sociedad en su conjunto, otorgando los cargos a personas que garanticen esos resultados ofrecidos como atractivo para votar por las propuestas.
¿Qué clase de personas? Las más capaces para cubrir el área de su responsabilidad y además, de que gocen de prestigio profesional y personal.
De esta forma se tendrá un equipo de gobierno a la altura de esa sociedad demandante, el cual tiene que ser evaluado periódicamente por externos para señalarle deficiencias, falta de probidad o liderazgo en la formación de los equipos de trabajo.
Desafortunadamente en nuestro país ha prevalecido lo que la voz popular llama “amiguismo”, “compadrazgo”, “cuotas de poder” o “recomendados”, por lo que pasan a la nómina personas más leales a quien las designó que a la sociedad a la que deben servir con resultados positivos.
Otro aspecto vital para la vida democrática es la operación de los contrapesos, para evitar precisamente el abuso del poder, a los dictados de la Constitución o la legislación en general.
Por ello el sistema republicano ha dividido a todo gobierno en tres entidades que deben ser independientes y reconocidas: una legisla, otra ejecuta y la tercera judicializa, en ideal equilibrio para dar fluidez, sostén y garantía en todo acto de gobierno.
De otra manera, el gobierno gana prestigio, y en la esfera federal, confianza, que se reflejaría en su comercio, en los mercados, en el tipo de cambio e inversiones.
Veamos lo que provoca en estas esferas las decisiones que no corresponden a un país teóricamente democrático.