Se ha multiplicado los casos de hostigamiento y acoso sexual en las organizaciones, tanto publicas, privadas y escolares.
No obstante que algunas pocas poseen un código de ética, sus lineamientos y recomendaciones no son observadas derivándose de ello múltiples problemas en el medio laboral o escolar y el término de una carrera cuando el caso es denunciado y procede el Poder Judicial en forma condenatoria.
Las grandes manifestaciones y marchas de mujeres en la ciudad capital del país, es una voz de alarma que deben provocar una reacción objetiva y no sólo un comentario
Desde luego que al entablarse un juicio ya sea privado o público, debe caber la presunción de inocencia para no perjudicar al presunto responsable, al visualizarse la posibilidad de que es víctima de una campaña negativa.
Un protocolo con fines de prevención y actuación, deben contemplar cláusulas donde se diga claramente en qué consisten ambos atentados a la libertad de la mujer -hostigamiento y acoso- y cuáles son las sanciones a que se expone la persona declarada como culpable.
Esta preocupación se ha generado por el hecho de que la mujer es víctima de ambos atentados a su libertad tanto en casa como en el lugar de trabajo, según encuesta del Inegi.
Un distintivo del protocolo es la prevención para que no exista ni un solo caso en el conglomerado por motivos de trabajo o estudio. La denuncia sería el punto de partida y no el silencio o la renuncia. La denuncia tiene un valor capital para afianzar el protocolo y como advertencia a quienes por su inmadurez tengan la tendencia de abusar de la mujer.
Si el Estado no ha podido garantizar una vida libre de violencia para las mujeres, entonces le corresponde a la sociedad civil, a los partidos políticos y organizaciones no gubernamentales unirse para presentar una iniciativa que se vuelva reglamentaria, y quede incluida en las relaciones laborales tanto en los cargos públicos, en las empresas privadas o en las escuelas.
Es otro pendiente además de reabrir con mayor presupuesto las estancias infantiles y los refugios para mujeres violentadas.
Hay mucho por hacer en pro de la mujer, en cuanto a garantizar su protección y ayuda para dignificar su vida y a la vez del centro de trabajo o estudio.