El miércoles de esta semana, la Reserva Federal tuvo su reunión de política monetaria y decidió mantener sin cambio la tasa de interés de referencia que actualmente es de 0.25%, prácticamente cero; también anunció que mantendrá la recompra de bonos en los mercados por 120 mil millones de dólares anuales, que es el mecanismo que usa para seguir inyectando recursos a la economía.
Pero más allá de estos apoyos, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que no estaba preocupado por la inflación, porque aunque ésta tenderá a subir en los próximos meses, será un fenómeno de carácter temporal. También insistió en que a pesar de que el empleo sigue mejorando, aún está lejos el pleno empleo, lo cual sucederá hasta bien entrado 2022, por lo que él piensa que sigue siendo necesario mantener los apoyos de política monetaria que están vigentes al día de hoy; reconoció que la actividad económica está mostrando avances importantes, pero estos son gracias a los apoyos de la Fed y que la economía aún no puede mantenerse en crecimiento por sí misma.
Los mercados recibieron bastante bien los anuncios, a pesar de que antes de ellos, algunos analistas pensaban que el discurso podía ser más restrictivo, cosa que no sucedió.
Ayer salió el crecimiento del PIB de EU al primer trimestre de este año y arrojó un crecimiento de 6.4%, ligeramente abajo de la estimación de 6.7%, pero a todas luces un crecimiento magnífico para la primera economía del mundo. Es posible que en lo que resta del año la economía siga el mismo camino, y el PIB anual para 2022 se ubique entre 6.5 y 7%, con lo cual en un solo un año EU puede recuperar —con creces— la pérdida de 3.5% de 2020; obvio, para 2022 ya no será tan factible crecer a estas tasas, pero el horizonte se ve promisorio aunque no está exento de riesgos.
Estados Unidos tiene que resolver el tema de los altísimos niveles de déficit fiscal y tendrá que llevar a cabo una reforma que ya anunció Biden, pero tendrá que ser cuidadoso y no permitir que ésta trunque el impulso que ha tenido este año, lo cual no será tarea fácil; sin embargo es muy loable que el presidente tenga la energía para impulsar programas de gran envergadura como la de renovar y actualizar la infraestructura de su país —olvidada desde hace muchas administraciones— e invertir en educación, la cual se venía rezagando en los últimos años.
Todo esto lo buscará financiando con nuevos impuestos, principalmente a las grandes corporaciones y a los ciudadanos más ricos, que dicho sea de paso fueron beneficiados con las políticas económicas de Donald Trump quien, como buen populista, no le importaba regalar dinero, o para él verse bien; aunque con sus decisiones estaba hipotecando el futuro de las nuevas generaciones; así son los populistas, aunque sean de derecha.
La Fed se mantendrá firme en su estrategia de mantener las tasas en el piso y seguir ayudando a la economía hasta que ésta pueda seguir creciendo por sus propios méritos.
Manuel Somoza
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