Un monumento fue colocado ayer en la Plaza de Armas de Guadalajara. O mejor dicho, una antimonumenta, como la nombraron quienes la crearon e instalaron. La pieza, en color rosa y lila, es el símbolo femenino más conocido (un círculo sobre una cruz), y un puño cerrado dentro del óvalo. Lleva arriba la leyenda “Ni perdón, ni olvido” , y sobre el eje de la cruz la frase “No + Feminicidios”.
La pieza, la antimonumenta, cumple dos funciones: gratifica, e incomoda. Gratifica porque da gusto ver que las mujeres han decidido romper esas cadenas que por siglos las han atado y obligado a callar: las de la violencia contra la mujer en sus más distintas formas.
La antimonumenta también incomoda, porque así debe de ser. Y no sólo porque parece estar fuera de lugar, entre edificios clásicos e institucionales, de color piedra, contrastando con sus colores vivaces. Incomoda porque al verla, es imposible no pensar en todo lo malo que se ha hecho por años. No entona, porque tampoco entona la violencia contra las mujeres. Está fuera de lugar, porque fuera de lugar ha estado por siglos la postura machista de los hombres.
Por mí, la antimonumenta se puede quedar allí por años. Sobre todo para que cuando en muchos años pase por allí con la nieta que espero tener, me pregunte el por qué de esa pieza, y qué significa. Y pueda yo contarle que es un recordatorio de cuando las mujeres tuvieron que luchar a brazo partido para lograr igualdad, y reciba yo como respuesta una cara mezcla de extrañeza y alegría por algo que no entiende porque habrá quedado atrás desde hace mucho tiempo, y porque ella se dé cuenta de cómo su abuela y su madre, tuvieron que hacer de todo por ella, por todas ellas.
La antimonumenta será tema de debate en los próximos días. No faltará quien pretenda dañarla, o retirarla del lugar. También para eso servirá. Para mostrar que hay quienes no terminan de entender los cambios que ya llegaron. Si acaso amanece rayada, rota o maltratada, habrá cumplido parte de su razón de ser.
La pieza controversial está allí para ser vista por hombres y mujeres por igual. No habrá diferencia en ello. La diferencia será el sentimiento que despierte en cada uno.
Twitter: @baezamanuel