Venía caminando por los pasillos del trabajo cuando de pronto ruedan muchas imágenes en mi mente, como si fuera un cortometraje, con pequeños pedacitos de muchos momentos en mi alma mater.
Recuerdo a las personas que en aquel momento llenaban ese mismo espacio, en otra época en donde todavía se hablaba a la cara sin que la otra estuviera pendiente de la pantalla de su celular; extraño eso.
Maestros inolvidables que hoy ya no están, que se hicieron eternos y que morirán conmigo hasta el día en que yo también los acompañe en algún otro plano; los imagino subiendo las escaleras, encontrándonos de manera inesperada gritando mi nombre con alegría.
Siempre imagino otro universo, como si fuera una película en donde los personajes se observan borrosos, en ese momento están juntos aunque en el presente no sea así y me causa nostalgia; ganas que estuvieran conmigo compartiendo de nuevo esos momentos.
La muerte separa a los que amamos solo de manera presencial, porque durante toda la vida vayamos quizás con aquella creencia a cuestas, de que del otro lado estarán esperándonos y nos pondremos al corriente para contarles nuestras experiencias: El final del cuento en la vida.
¡Cómo nos hacen falta en el camino! Aún sin irse de manera terrenal, la condena es la misma; el cambio muchas veces duele, y más cuando las personas con luz se van, los líderes, los que nos alegran el alma, los consejeros, los motivadores.
Al final de este pasillo ya no queda nadie de mis mentores, solo su recuerdo me acompaña, me abraza y me aconsejan en silencio; aún recuerdo sus voces aunque hace muchos años no las escucho de viva voz.
Sigo mi camino sonriendo, quizás sola pero feliz de haberlos encontrado en el camino, de haberles aprendido, de quedarme con todo aquello que me enseñaron para ser mejor en la vida y como persona.
Ocurrirá lo mismo con los que estamos ahora, y quizás quien esté en medio de este nuevo ciclo se sienta igual que yo me siento en este momento, y en algún momento también seré parte de ese cortometraje de vida.
¿Qué legado dejamos para los que se queden? ¿Sonreirán cuando nos recuerden? Esta es la reflexión de hoy.