Ella es una mujer con suerte. Nació en tierra de belleza natural y profundas raíces históricas.
Ella lo sabe, por ello, cada día, cuando se levanta y mira su rostro en el espejo de su tierra con 90 millones de edad, emocionada exclama:
“¡Qué chingona eres, Bebé! Y lo serás más, cuando obtengas la doble nacionalidad española, porque Flores, tu primer apellido, es asturiano y de origen real – al provenir ‘del infante don Aznar Fueral, hijo del rey Fruela II’”.
Termina de bañarse y se para, envuelta en su bata de baño Versace Home Baroque con sus iniciales bordadas en hilo de oro, frente a su inmenso clóset de 6 por 12 metros con un tocador al centro que tiene seis cajones para guardar sus alhajas y sus relojes Cartier Ballon Bleu, Patek Philipe, Breguet, Bell & Ross, Rolex y Chopard Geneve.
Al final del clóset está un espejo semicircular, de cuerpo completo, iluminado con luces led. La alfombra rosa mexicano del clóset brilla con intensidad.
Del lado derecho están, en varios entrepaños, sus 412 pares de zapatos, de marcas Jimmy Choo, Louis Vuitton, Alexander McQueen, Gucci, Gianvito Rossi, Miu Miu de Prada y Giuseppe Zanotti. Frente a los zapatos están colgados sus vestidos de toda ocasión y temporada marca Gucci, Chanel, Louis Vuitton, Armani, Prada y Marc Jacobs.
Ella elige su vestuario con un valor en el mercado de -al menos- 60 mil pesos. Sin contar el reloj y las alhajas del día.
Se mira al espejo y contenta dice para si misma –“a ver Mamita -sin miedo al éxito- la primer ‘selfie’ del día para el Insta y tus cinco mil seguidores”.
Luego, desayuna ligero, de acuerdo a la dieta Keto que le dio su nutrióloga de San Antonio, Texas.
Llega su secretaria particular y se sienta a la mesa para recordarle los pendientes del día.
(Continuará).