Política

La violencia y la corrupción aumentan

La calidad de la educación disminuye.

Es increíble que en este régimen, cuya bandera primaria fue el combate a la corrupción, haya 112 mil 885 homicidios, resultado de la violencia, con más de 8 millones de delitos, de 2019 a la fecha. Todo esto nos muestra que vivimos en un país violento, en donde todavía la corrupción impera, a pesar de los esfuerzos gubernamentales para evitarla.

Esto último se manifiesta claramente como un fenómeno social que no es reciente, sino que viene de hace muchos años y que se está exponiendo, vergonzosamente para el país, en el juicio de García Luna, allá en Nueva York, donde se entrecruzan la corrupción, el crimen organizado y la participación gubernamental, que no ha cambiado, puesto que todavía hay muchos grupos organizados y cárteles que manejan y controlan áreas específicas de la nación y que además tienen control sobre muchas situaciones políticas.

Como dijimos, este fenómeno se ha infiltrado en las entrañas de nuestro proceso político y hay pruebas contundentes de muchos ediles, diputados o candidatos que sufren el fenómeno de la violencia y la criminalidad, y que mueren sin razón, porque la violencia es la pérdida absoluta de la razón que, como diría Kant, es parte esencial de nuestra vida y no hay que olvidar la filosofía en aras de la modernidad, porque la primera tiene causa y efecto, y la segunda solo reproduce los problemas originales causológicos.

Obviamente que la corrupción, la criminalidad y la violencia dependen mucho de la educación y del crecimiento económico. Porque la pobreza, la ignorancia y la violencia se hermanan entre sí y si se abonan con la corrupción, como se está demostrando en los tribunales de los Estados Unidos, tenemos un país que no ve su visión futura, porque todo esto le estorba a los buenos deseos y programas sociales que minan la democracia, igual que lo está haciendo el ataque al que está sometido el Instituto Electoral Federal (INE ) y que es más una respuesta de inseguridad para conservar el poder.

Sin embargo, nadie voltea los ojos hacia el tema fundamental, que es el de la educación, pues mientras tengamos una mala educación, en términos de lectura, escritura, informática e idiomas, ciencia y deporte y cultura como base, no podremos visualizar el futuro y solo estamos observando el efecto que ha causado habernos olvidado de los jóvenes y de los niños, y por considerar el fenómeno de la corrupción como parte del proceso político natural, pues en la actualidad sigue activo.

Este fenómenos social negativo tiene que corregirse, no con una Guardia Nacional o encargándoselo al Ejército, sino con un proyecto, con asesoría internacional, que nos permita tener un plan en donde estados, municipios y Federación estén juntos y activos en el combate a la corrupción y a la pobreza, y no fomentar la semilla de la impunidad en toda la estructura pública y privada, porque todo eso es contagioso y proviene de la filosofía actual de tener y no de pensar y sentir, que es lo fundamental en el proceso de formación integral que la educación produce.

Descartes: Pienso, luego existo… Se requiere una suma de todos los factores para combatir estas plagas que minan nuestro prestigio y nuestra capacidad de crecimiento, y terminar así con la marginación y la pobreza.

Luis Eugenio Todd



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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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