Las mujeres históricamente han pagado un precio muy alto por ser escuchadas. El fenómeno de desigualdad generalizada que han padecido a lo largo de la historia genera disparidades sistemáticas en el acceso de la educación, a la atención a la salud, el empleo y en la vida pública en general, dando oportunidad a espacios de violencia y discriminación por razón de género. Algunas ocasiones con más intensidad que otras. De ahí el movimiento nacional que hoy se convoca para el 9 de marzo #UnDíaSinNosotras.
Es fundamental comprender que la enorme problemática de desigualdad de oportunidades que enfrentan las mujeres, que solo puede explicarse desde el sistema patriarcal, que ha predominado a través de la historia. Aún con la creciente corriente ideológica que reconoce la igualdad de capacidades entre hombres y mujeres, existen patrones culturales que merecen ser desmontados para eliminar, con acciones afirmativas, cualquier espacio de discriminación, desigualdad o violencia que se presente en nuestra sociedad.
La violencia contra las mujeres es una realidad y así lo demuestra la evidencia. El Inegi llevó a cabo en el último trimestre de 2016 la cuarta Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 que ofrece información referente a las experiencias de violencia de tipo físico, económico, sexual, emocional y patrimonial que han enfrentado las mujeres de 15 años o más.
De acuerdo con esta encuesta, 63.5% de las mujeres encuestadas en Hidalgo han sufrido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida en al menos un ámbito y ejercida por cualquier agresor. Es decir, 6 de cada 10 mujeres de las 1.1 millones de mujeres de 15 años y más que residen en nuestro estado ha padecido violencia de cualquier tipo.
El reto es tan complejo y abarca tantos espacios de la vida, que existe una necesidad inminente de ofrecer mayores y mejores políticas públicas para empoderar a las mujeres. Se requieren acciones precisas que promuevan la erradicación de la cultura de la desigualdad entre los derechos de los seres humanos y violencia hacia las mujeres.
Avanzar a hacia esta igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, requiere modificaciones y ajustes en diversos ámbitos, incluyendo medidas de carácter legislativo que le den vigencia real y material a la obligación del Estado de garantizar el principio de igualdad, contribuyendo de esa forma a la lucha contra la desigualdad y la discriminación en las oportunidades.
Desde el comienzo de mi responsabilidad como legislador, me he dado a la tarea de impulsar iniciativas en materia de paridad sustantiva en diversas áreas de la administración pública hidalguense. De las 40 iniciativas que he presentado, 17 de ellas han ido en ese sentido. Es decir, casi 1 de cada 2 iniciativas que he presentado han buscado transformar la forma en que participan las niñas, adolescentes y mujeres en los diferentes espacios de su vida cotidiana, para empoderarlas y avanzar en igualdad de condiciones hacia una paridad sustantiva.
He procurado proponer reformas que involucren todos los espacios de participación femenina. He propuesto acciones que permitan la distribución equitativa de miembros de la sociedad civil en el Consejo Consultivo de la Juventud para que sean mujeres quienes las presidan.
Twitter: @jmvalerapiedras