Voy a hacer un pronóstico acerca de los mercados financieros en 2023 que le puedo garantizar, lector, será ciento por ciento certero: las previsiones de los llamados “expertos” sobre el desempeño de los mercados financieros en 2023 estarán equivocados. No solo eso, lo más probable es que las equivocaciones sean significativas.
Estamos en las fechas en las que reconocidos bancos y casas de bolsa miran en sus bolas de cristal y nos comparten su supuesta capacidad de predecir el futuro. Por fortuna, este ejercicio lo han hecho durante años, por lo que podemos medir qué tan acertados fueron sus pronósticos en el pasado y así determinar cuánta credibilidad darles a sus apreciaciones futuras.
Los resultados no son alentadores. Un estudio reciente en Estados Unidos recopiló los estimados de los analistas más reconocidos de Wall Street sobre el comportamiento del mercado accionario para el siguiente año desde 2000 hasta 2020. Después comparó la media de los estimados con los resultados reales. Resulta que la diferencia promedio fue de casi 13%. Esta cifra es una barbaridad. Significa que en un año en que los expertos nos dijeron que la bolsa iba a subir 10% en los próximos 12 meses, por ejemplo, el desempeño real fue, en promedio, +23% o -3%. Así de erráticos estuvieron
Y estos errores se han acentuado en los últimos dos años. En 2021 la diferencia entre la media de los estimados de los analistas para el S&P500 y la realidad fue 25%. Para 2022 se estima que el error sea cercano a 20%. Haríamos mejor en consultar un adivino.
El comportamiento de la bolsa no es lo único que es imposible de predecir. Tomemos la inflación. Ni más ni menos que la Fed, quizá la máxima autoridad económica del planeta, pensaba a finales del año pasado que iba a ser moderada en 2022. Todos sabemos lo equivocada que estuvo. La inflación en EU será tres veces mayor a la que anticipó la Fed y la más alta en los último 40 años. Este inesperado brote provocó que los bancos centrales aumentaran agresivamente las tasas, lo que contribuyó a que la mayoría de las bolsas se desplomaran.
Hay variables (como la bolsa y la inflación) cuyo comportamiento futuro es desconocido y que distintos expertos buscan estimar (sin mucho éxito como menciono arriba), pero hay otras variables que son en sí desconocidas, lo que complica aún más el papel de los supuestos videntes. La pandemia es un ejemplo. La invasión a Ucrania es otro. Nadie tenía en el radar estos eventos y su impacto en los mercados financieros fue sustancial. Podemos estar seguros de que en el futuro tendremos otros eventos imprevistos que también los afectarán.
La historia nos enseña que hay que tomar con mucha reserva las predicciones de los gurús financieros, en particular las de los que pretenden saber qué va a pasar con las bolsas. Mejor aceptar que su comportamiento es imposible de pronosticar y no hacer apuestas irracionales.
Julio Serrano Espinosajuliose28@hotmail.com