Para purificar el término “grandeza” a un lagunero se le ocurrió lanzar el siguiente reto. Que cada uno de los equipos que se afanan en llamarles grandes, se tomen la molestia de obtener 6 campeonatos en los siguientes 22 años. La alusión y prueba está más que clara. Santos tiene ese gran logro exactamente en el lapso aludido. Por tal motivo se establece y asigna esa misma tarea a los “grandes” para que demuestren su relevancia, en caso de tenerla en realidad.
El concepto “grandeza” se ha manoseado mucho en todos lados. La obtención de campeonatos en los torneos cortos es la mejor variable para definir la supremacía de alguien. Se comprende que la historia del futbol mexicano no nació en los torneos cortos pero es necesario y sano estar presente en la época actual, no sólo en el pasado, por más rica que haya sido esa vivencia. Proclamar a los cuatro vientos la palabra “grandeza” solicita datos actualizados, y hay quien (Cruz Azul) no los tiene.
La desgastante disputa por sostener un concepto se presta a todo, siempre y cuando haya fundamentos bien planteados. Santos ha puesto una muestra: 6 campeonatos en 22 años. Ninguno de los ”grandes” cumple esta norma.
Así de sencillo. Por lo tanto, que se entreguen a la tarea, primero, de ser campeones al lado de sus seguidores que son los que más añoran tales logros. Cuenta la popularidad, presencia nacional o en el extranjero, mercadotecnia y venta de camisetas; pero sin campeonatos no hay manera de poder defender la causa.
Los 44 torneos cortos nos han traído el mismo número de campeones; competencia en la cual todos participan y todos tienen la posibilidad de alcanzar el premio mayor. Que no vengan ahora a excusarse de que Santos no compitió tanto en los torneos largos, lo cual es cierto, pero igual de cierto es que en los 22 años de los 6 campeonatos laguneros, todos han disputado el mismo logro. Por lo tanto: que los “grandes” imiten al Santos; si pueden.