De entrada, hay que destacar que su registro vocal es una mezcla de Elvis Presley con Johnny Cash (si lo dudan, escuchen sus canciones) y además proviene de un tipo ataviado de cowboy y con una mascara de flecos (parecida a la de un luchador exótico). Una voz de tanta calidad potencia a unos temas que provienen de la tradición country, y aquí viene otro detalle interesante.
Este personaje se dio cuenta de que la temática y actitudes de este género, eminentemente norteamericano, son sumamente conservadoras y machistas. Orville decidió convertirse en una especie de crooner para la comunidad LGTB+ y contar historias que remiten a lo que esta gente vive y siente; y por extensión también plasma capítulos sobre solitarios y perdedores (¡Muy a lo Cash!). Acumula elementos para convertirse en un suceso mainstream, y es por ello que ha fichado con Columbia, y ahora edita Show Pony, un Ep de 6 canciones que da continuidad a su debut, Pony (2019). En Peck el contenido se ajusta a las maneras clásicas del country y las baladas del rock and rollo, pero en el continente cuela su mensaje. Para asegurarse provocar un eco mediático se mandó un dueto nada menos que con Shania Twain -diva del country pop-. “Legends never die” puede estallar fuerte entre el gran público y en uno de esos guiños de culto que le encantan, incluyó en el video una participación del cineasta John Waters como locutor de radio. Mientras que en “Drive me crazy” cuela una mención a “November rain” de Guns´N´Roses. Ese toque de misterio en cuanto a su identidad aunado a su forma de cantar hacen que anhelemos echar una larga cabalgata a través de la planicie de nuestra existencia.
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