-
La corrupción presidencial/ y II
La semana pasada se argumentó que la corrupción política es castigada en muchos países, pero en otros queda totalmente impune: México como un ejemplo conspicuo. La corrupción presidencial requiere -
La corrupción presidencial/ I
En todas las longitudes y latitudes hay corrupción, pero en algunas de ellas ese ilícito se castiga, no pasa desapercibido. El poder político es, con frecuencia, el atajo más corto para llegar a la -
Lo que dejaron las precampañas
Las precampañas dejaron una semblanza borrosa de los aspirantes. Meade es un excelente tecnócrata, pero no está inserto ni forma parte del añejo partido. No tiene el ADN priista, factor determinant -
No se halló un solo priista presentable
Peña Nieto, jefe del Estado mexicano y, sobre todo, jefe único e indiscutible de su partido, no tuvo otra opción que designar a un simpatizante, no a un militante, de su instituto político que, eve -
Para fundamentar nuestro "sospechosismo"
A México le daña profundamente la brutal falta de transparencia de sus autoridades. Le daña también su deficitario estado de derecho. No es fortuito que el todavía hoy gobernador del Banco de Méxic -
Distraído y cansado
Hay veces que se tiene la impresión de que el jefe del Ejecutivo está distraído y cansado. No es para menos después de lo que ha tenido que sortear desde el último trimestre de 2014 (Ayotzinapa, la -
La disputa por el poder
La ciudadanía presencia, en los albores del complejo 2018, una disputa por el poder que no está acompañada por las posturas y argumentos necesarios para la redefinición estructural que este país re -
La democracia diabética
El último informe de Latinobarómetro* (2017) diagnostica que la democracia en América Latina contrajo diabetes: “Existe un paulatino declive de indicadores, que (…) en su conjunto revelan el deteri -
México, paradigma de la impunidad
Nuestro país ocupa el deshonroso primer lugar en impunidad y el cuarto a escala mundial (Universidad de las Américas-Puebla). Tan ignominioso puesto se explica, entre otras cosas, por nuestro inope