Cinturón Bíblico (Bible Belt) se refiere a una extensa región de Estados Unidos que se caracteriza por el profundo arraigo social del cristianismo evangélico. Además, abriga a una comunidad fervientemente religiosa, intolerante, en extremo conservadora y con un comportamiento enraizado en formas rurales, donde la historia apenas ha transcurrido.
Algunos de los estados que integran el Cinturón Bíblico son Carolina del Norte, Carolina del Sur, Alabama, Georgia, Mississippi, Tennessee, Kentucky, Arkansas, Texas y, por supuesto, Luisiana.
En el Cinturón Bíblico se ubica la Escuela Secundaria Elizabethton, donde unos estudiantes, asesorados por el profesor Alex Campbell, descifraron un caso que permaneció en el letargo por 40 años: el de El asesino de las pelirrojas.
La investigación del misterioso asesino comenzó en 1985, después de que las autoridades rescataron hasta 14 cadáveres de mujeres en Tennessee, Arkansas, Kentucky, Mississippi, Pensilvania y Virginia Occidental.
Por su parte, la investigación de los estudiantes arrancó en 2018, estableciendo diversos vínculos entre las víctimas y el elusivo criminal, al que los jóvenes denominaron El estrangulador del Cinturón Bíblico.
Con el transcurso de los meses, los alumnos desarrollaron una empatía con las víctimas, a las que denominaban “hermanas”, un sentimiento que sirvió para alentar el estudio, hasta llegar a la identificación de un sospechoso, Jerry Johns, quien, por cierto, nunca pagará por sus delitos, pues falleció hace algunos años.
El asesino, del que se desconoce por qué su fijación por las mujeres pelirrojas, estranguló hasta la muerte a sus víctimas, para posteriormente arrojarlas en varias autopistas en un estado físicamente desastroso al grado que nunca fueron identificadas.
Las autoridades especulan que las mujeres eran autostopistas o que se dedicaban al trabajo sexual, por lo que se mantiene la hipótesis de que el asesino era un conductor de tráiler.
En 1985, la policía local detuvo a Jerry Leon Johns, de 37 años, por haber agredido a una pelirroja de nombre Linda Schacke. El sospechoso tuvo que ser liberado por falta de pruebas.
A partir de entonces, el archivo se mantuvo como caso frío hasta que los estudiantes de secundaria desempolvaron la historia.