La izquierda convencional está en crisis. Esto se debe, entre otras cosas, a que dicho sector del espectro político está extraviado ideológicamente. Como lo dice Andrés Bernal, asesor de la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, miembro del colectivo editorial Money on the Left (MotL) e investigador del Global Institute for Sustainable Prosperity (GISP): “está en crisis porque ha sido incapaz de romper con los supuestos internalizados del pensamiento económico neoliberal y neoclásico. Lucha desde el terreno ideológico y conceptual de la derecha, al aceptar sus términos sobre la naturaleza del dinero y sobre la economía en general”.
Para Maxximilian Seijo (MS) y Natalie Smith (NS), ambos de MotL y productores del podcast Superstructure, la crisis de la izquierda convencional se refleja en diferentes escenarios políticos. Específicamente, en la derrota del líder laborista británico Jeremy Corbyn en 2019, en ciertos aspectos de la candidatura presidencial de Bernie Sanders, y en las limitaciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Para MS: “la izquierda convencional está acostumbrada a la precariedad de la ideología neoliberal. A las varias formas de precariedad de suma cero, a la precariedad social, precariedad económica, y precariedad política. Desde este contexto, hay sectores de la izquierda que temen perder sus espacios cuando se les plantea ideas contrarias que apuntan a sacarlas (a dichos segmentos de izquierda) de las trincheras proverbiales de la precariedad del neoliberalismo.
Para NS: “parte de la generación que dirige esta izquierda convencional está cegada por temores. Son miedos formados por las décadas de luchar contra los abrumadores límites de los momentos políticos que vivió esta generación. Ciertos límites llegaron a ser naturales para ellos”.
Por otra parte, detrás de esta crisis hay un grupo de interés encargado de cuidar y mantener vigente el enfoque económico ortodoxo. Scott Ferguson de MotL y del GISP establece que: “por décadas la economía ortodoxa y sus promotores en los departamentos de economía, han proporcionado legitimidad académica a la brutal política de austeridad en todo el espectro político. Este grupo de académicos no solo incluye a personajes como Milton Friedman, James Buchanan y Richard Posner. Igualmente, está formado por académicos neokeynesianos de centro izquierda como Paul Krugman (en 2018 ovacionó el proyecto de AMLO), Larry Summers, y Thomas Piketty. Estos últimos estuvieron muy activos durante las administraciones de Clinton y Obama.
La influencia de este grupo de interés no pasa desapercibida para el gran economista James K. Galbraith. Por ejemplo, Galbraith dice: “a Krugman le preocupa, ante todo, quedar bien con los líderes del grupo. Él ha llegado a funcionar como un perro guardián de su dogma, atacando salvajemente a aquellos externos que cuestionan y ponen en riesgo dicha ideología. Mientras que él guarda silencio sobre los actos ilógicos que se comenten dentro de la profesión (economía)”.
Si se desea genuinamente salir de la crisis, es importante que esta izquierda rompa con los guardianes que vigilan celosamente el enfoque económico ortodoxo.