Debo felicitar al borolismo por ilustrar que se puso a trabajar para impedir que al gran expresichente Jelipillo se le siga confundiendo con un pedernal de siete suelas, sobre todo porque estaba desprestigiando a los borrachos que somos gente decente.
Digo, todos sabemos que ninguna de las decisiones del Calderas tomadas en su sexenio pudo haber sido tomada bajo los efectos de algunos jaiboles. Se ve a leguas que ni la narcoguerra, ni la Guardería ABC, ni la Estafa de Luz o la madriza a Pemex, fueron producto de una noche de copas, una noche loca.
Claro, supongo que de vez en cuando se aventaba sus juebebes con patonas de Bacachá para olvidar a García Luna Productions que tan buenos servicios le prestó a nombre del Cártel de Sinaloa, como dicen esos gringos insidiosos.
Además, no tendría nada de malo que después del soplamocos que le aplicó el INE, don Jelipe se pusiera una de mecapalero. Y es que, la veldá, fue una vuelta de tuerca perrona gracias a la presión social y a las transas de México Libre, negándole el registro no por su naturaleza kukluxklanesca, como era de esperarse, sino por aceptar extraños apoyos financieros que hasta se parecían a los que repartía Lozoya Lozoyita entre los panistas. O a lo peor, quizá Tatanka y Murayama (que se injertó en el villanazo del cine mexicano, Noé Murayama) querían ver cómo se ponía Margarita al nivel de La Rosa de Guadalupe y Lo que callamos las mujeres luego de tremenda hurracarrana invertida.
Como casi ni es ardilla, Calderón hizo un pancho tamaño caguama y se puso peor que #Ladytrespesos y hasta mal habló del chicharrón en salsa verde. Lo gacho es que los únicos que lo salieron a defender (parece que a los de “Eh, la BOA” se les cayó el wifi) fueron los simpatías de Javier Lozano, que es como si te defendiera Chumel, y el ChikiliQuadri, en un tono muy lastimero y chillón, lo único que se le ocurrió fue que los calderones le fueran a pedir chichi al PAN. Sí, claro, ya me imagino al buey de Markititititito Cortés abriéndoles las puertas del partido para que termine siendo su palafrenero y chofer; y por supuesto, Ricky Ricón Anaya se fue en friega a levantar una demanda a primera hora para que los borolistas no se fueran a meter a su leonera blanquiazul.
Supongo que Loret y Brozo ya están preparando el sketch para burlarse de Jelipe y Margarita, a menos que sigan shorando.
En el Tribunal Electoral les deben estar temblando las patitas.
jairo.calixto@milenio.com
@jairocalixto
