Ya decía yo que estaba muy difícil que Pedro Sánchez, el presidente español, coincidiera con una de sus adversarias políticas, Cayetana Álvarez —la Kinky Téllez ibérica—, cuando exhibió sus anquilosadas, artríticas, casposas y franquistas concepciones a las que recurrió para criticar a AMLO. Sánchez tiene muchos errores, pero ese no. Por eso ahora vemos los desmentidos tanto del PSOE como del gobierno, negando la mafufa idea de que Alitititito Moreno había persuadido a Pedro Sánchez de que México era Afganistán, que la democracia está en peligro y de que hacían falta carabelas y corteces para defender al pueblo bueno del comunismo.
Digo, el presichente del PRIcámbrico temprano está para defender a Catémoc Gutiérrez de la Torre (esa finísima persona que tenía en la sede del partido tricolor en la Ciudad de México una leonera, como documentó Carmen Aristegui cuando era Carmen Aristegui, hoy convertida en una mala imitación de Beatriz Pagés, de las Alazraki girls), amenazar periodistas no a balazos sino matándolos de hambre, pero no para dar clases de moral política. Aún así se me hace mala onda que en España a Moreno le llamen “manipulador y mentiroso” y que se digan “hartos e indignados por los turbios manejos en el PRI”, porque para referirse a tan distinguido político que es más adicto al botox que al voto, estos son casi elogios.
Supongo que ante tan anómala situación que tiene tintes de conflicto diplomático, doña Xóchitl seguramente con firmeza y con aplomo defenderá al priista a huipilazos y chiclazos. No solo porque es uno de sus jefes, sino porque cree que el cayetanismo es la fase superior del PRIANChuchismo. Si no la hizo de tos la candidata cuando Markititito Cortés trocaba candidaturas por notarías, menos va a regañar a Alitititito que, al igual que ella, tiene hambre de sed, virulencia sísmica y adicción a las campañas de miedo, uy qué miedo. Así que doña Bertha prefirió pelearse con la Marina para que el secretario la pusiera barrida y trapeada. Y es que según ella, los marinos nada más están echadotes tuiteando como Vicente Vox y Calderón.
Solo falta a Lady X que se vista de caddie y salga a defender los campos de golf de quienes financian sus campañas cochinas cochinotototototas en el xochilverso Castañeda-Castañero.
Pobrecita, y todavía alguien se atrevió a dedicarle un libro con el título de Xingona, con una espantosa X.
Me dicen que Pedro Sánchez todavía no encuentra su cartera, favor de confirmar.