Los seres humanos que buscan mejores condiciones de vida en lugares diferentes a los que nacieron, no son criminales, pese a que pudieron ingresar a un país como Estados Unidos de manera irregular.
En medio de las políticas contra los llamados indocumentados, Donald Trump, presidente norteamericano, dio a conocer su interés para que la prisión militar de Guantánamo, ubicada en el sudeste de Cuba, sea destinada para quienes ingresan de manera irregular al territorio estadounidense.
A través de un decreto, Trump ordenó a los Departamentos de Defensa y Seguridad Interior que comiencen a preparar las instalaciones para que puedan recibir a más de 30 mil migrantes en situación irregular.
Estados Unidos cuenta con la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, aunque Cuba reclama ser Estado soberano. Desde 2002, la prisión militar funciona como una cárcel para los acusados de terrorismo, medida que se aplicó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En diferentes ocasiones, los prisioneros detenidos pasan años sin ser acusados de manera formal; además, la bahía de Guantánamo es sede de la prisión porque no se considera suelo estadounidense y se evita aplicar la ley. De hecho, existen señalamientos por parte de organizaciones no gubernamentales en torno a extremas condiciones de detención y el uso de tortura en aquellas instalaciones. Joe Biden y Barack Obama ofrecieron, en algún momento, cerrar la prisión; sin embargo, ninguno lo logró durante sus mandatos.
Dentro de los prisioneros que fueron enviados a Guantánamo se encuentran miembros de Al Qaida; además, los migrantes que son detenidos en el mar son trasladados a dichas instalaciones.
De acuerdo con la Fundación Pies Secos, al menos 120 migrantes de origen poblano se encuentran en procesos judiciales por diferentes situaciones. De alguna manera, el gobierno norteamericano buscará mandar a Guantánamo a los migrantes que enfrentan acusaciones.
Al final, con el anuncio de traslado de los migrantes a Guantánamo, Trump está haciendo una advertencia del trato que se brinda a quienes ingresen de manera irregular al país vecino del norte. ¡Urgen garantías de respeto a los derechos humanos!
