El paso de transmigrantes, la mayoría proveniente de Centroamérica y de las islas caribeñas, por territorio mexicano forma parte de un complejo sistema de operación de diferentes medios de transporte, organizados por grupos criminales con diferentes alcances.
Autobuses, camiones de carga, camionetas, automóviles y hasta ambulancias, forma parte de las unidades que son utilizadas para trasladar a los migrantes por territorio nacional a los llamados “sin papeles.
El pasado 21 de noviembre, autoridades migratorias detectaron a 36 migrantes que viajaban hacinados en una ambulancia en Tabasco. La unidad de emergencia carecía de los registros correspondientes ante las autoridades de Salud y era ocupada como medio de transporte de personas.
Dentro de la llamada “ambulancia pirata”, viajaban 17 adultos originarios de Honduras, Guatemala y Nicaragua, ocho personas de una familia hondureña, y 11 menores de edad no acompañados de Honduras, Guatemala y Nicaragua.
De la misma forma, el 19 de noviembre, las autoridades migratorias describieron a 600 migrantes que eran trasladados en las cajas de dos tractocamiones en el estado de Veracruz. Del total de migrantes, 145 son mujeres y 455, hombres, quienes se dirigían al norte del país con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Los migrantes provenían de los países centroamericanos de Honduras, Nicaragua y República Dominicana; de forma adicional, se detectaron a migrantes provenientes de Bangladés, país ubicado al este de la India en la bahía de Bengala, en el continente asiático.
Llama la atención que mientras algunos migrantes no pueden cruzar la frontera sur de México o son detenidos en Chiapas, otros seres humanos pueden avanzar sin mayores complicaciones por territorio azteca hasta la línea con Estados Unidos.
Sin duda que detrás del paso de migrantes, existen diferentes razones por las que pueden avanzar sin ser descubiertos, entre ellas, las operaciones de grupos criminales que realizan tráfico de personas y saben las formas en que se puede mover a la población sin dejar rastro. Al mismo tiempo, en este paso de migrantes, la corrupción de autoridades se presenta como una explicación.
Detrás de los flujos migratorios existen intereses de grupos criminales y autoridades coludidas que tratan a los seres humanos como mercancías. El tránsito y avance de los transmigrantes por territorio nacional solo se presenta si los transmigrantes cuentan con recursos para pagar, de lo contrario no avanzan, es decir, son tratados como alcancías.
Jaime Zambrano
jaime.zambrano@milenio.com