En varias notas publicadas en esta columna he querido subrayar curiosidades vinculadas con la palabra.
No con la mirada del especialista, que estoy lejos de asumir, sino la del usuario asombrado ante la plasticidad de la escritura y, sobre todo, del habla nuestra de cada día.
Hasta una plaquette provisional organicé con esos apuntes (Voces de la calle, Universidad Iberoamericana Torreón, 2023) a los que en un futuro, si esto crece, puedo sumar la siguiente anotación.
Hay algunas palabras que sin perder una sola de sus características formales alcanzan significados muy distintos.
No lo señalo por su función metafórica, como decir “la copa del sombrero”, donde la palabra “copa” no es usada en sentido estricto, sino figurado.
Más bien, se trata de palabras que usamos habitualmente en determinada orientación semántica y colocadas en otro contexto no dejan de mostrar cierta rareza.
Como ocurre con frecuencia en estos casos, los ejemplos mostrarán con mayor claridad lo que he tratado de explicar.
En cada caso sólo mostraré el ejemplo; creo que así se advertirá que la palabra ha sido sacada de su uso regular y ha pasado a otro menos usual.
Ambulancia. “Le gustaba caminar por las noches y disfrutar esa grata ambulancia”.
Observar. “Era un tipo siempre deseoso de observar las leyes”.
Comisión. “Cayó en la cárcel por la comisión de un delito muy grave”.
Interesar. “La bala logró interesar uno de sus pulmones”.
Realista. “Muchas personas son realistas, apoyan a la monarquía”
Hechizo. “Con pedazos de madera y lámina construyó un carro hechizo”.
Sancionó. “Los legisladores sancionaron la ley”.
Aterrar. “Solo sale a la calle para aterrar la ropa”.
Copia. “El jefe autorizó gran copia de regalos para los niños”.
Policía. “Los aztecas se organizaban con mucha policía”.
Suspendido. “La lectura de esa novela me tiene muy suspendido”.