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El video como clave para impulsar la salud personal

La curiosidad por descubrir cosas fuera de nuestro entorno no es la única motivación que lleva a un usuario a navegar por internet. En ocasiones la búsqueda de respuestas tiene que ver con problemas cotidianos e inmediatos, desde tutoriales para arreglar algo, predicciones del clima, hasta noticias alrededor del tráfico, entre otras. Estos son algunos de los ejemplos de situaciones o información que pueden ser consultadas en línea, pero también existe otra mucho más sensible, nuestra salud. Todos hemos consultado algún padecimiento propio o de terceros, pero ¿es correcto?

Hay partes del funcionamiento del entramado digital que pertenecen estrictamente al usuario, por ejemplo, las plataformas no tienen forma de controlar la curiosidad de los internautas y las búsquedas que puedan realizar, siendo el ejemplo perfecto las cuestiones relacionadas con la salud. Sin embargo, lo que sí está dentro del alcance de espacios como YouTube, es la filtración y validación de la información que se muestra en la plataforma, sobre todo en asuntos tan sensibles como este.

Se trata de un tema que se ha vuelto crítico en los últimos años, con el crecimiento de contenido dudoso en el entramado digital. De acuerdo a un informe de la OMS, validado mediante cuatro estudios sobre desinformación en internet, cerca de 51 por ciento de los posteos asociados a temas de vacunas y 60 por ciento de los contenidos en redes sociales sobre pandemias contenían información errónea o falsa.

Por ello, el primer paso para crear un ambiente fiable en materia de salud consiste en la eliminación de aquel contenido que suponga desinformación para las personas, mismo que en un contexto de incertidumbre puede desencadenar en automedicación o una preocupación adicional derivada de un mal autodiagnóstico. Con esto en mente, la eliminación del contenido es vital para evitar crear un predicamento por encima de una solución, es decir, dar pie a contenido con desinformación.

Y junto a ello la adición de contenido creado por instituciones legítimas y con experiencia en materia de salud es clave. Estas voces de autoridad deben ser instituciones con experiencia capaces de emitir una opinión alrededor de temas médicos bajo un panorama universal, que permita ser comprendido de manera fácil y accesible por cualquier persona.

Teniendo en cuenta la enorme responsabilidad que esto implica, YouTube se ha dado a la tarea de desarrollar una estrategía que contempla el respaldo de instituciones públicas y privadas de gran relevancia en nuestro país. Hoy, la plataforma cuenta con el apoyo de instituciones como la Facultad de Medicina UNAM, la Academia Nacional de Medicina de México, el Centro Médico ABC, Médica Sur y TecSalud y médicos independientes certificados para llevar a cabo esta labor, crear contenido de utilidad para los usuarios.

Para muchos, la salud es un derecho universal y para nosotros no es la excepción. Al ser una plataforma abierta, este contenido está disponible para todos, sin importar si es un usuario regular, cuenta con alguna suscripción o, por el contrario, es la primera vez que entra a explorar el contenido de los canales.

Aunque en una primera instancia así lo parezca, la eliminación de este contenido y la inclusión de fuentes fiables no es la única labor que corresponde a las plataformas. La navegación y las fuentes de consulta fiables no son una obviedad para todas las personas, por lo que la señalización de las mismas es de suma importancia. Hoy, esas etiquetas están disponibles en YouTube, indicando cuál es el contenido proveniente de fuentes confiables y certificadas. El usuario las puede encontrar en forma de cajas de información que son mostradas durante el momento de la búsqueda así como durante los videos relacionados a esta vertiente.

Por su fácil comprensión, entendimiento y accesibilidad, además de ser más atractivo para los sentidos y entretenido, el formato de video cuenta con beneficios únicos para los espectadores, los cuales en un contexto médico pueden ser de gran utilidad para quienes no son expertos en la materia pero tienen la necesidad de educarse al respecto porque ellos o sus familiares tienen algún malestar.

De acuerdo con un estudio realizado por Sony, a nivel educativo, el consumo de video mejora 88 por ciento la implicación de los estudiantes, haciéndolo mucho más lúdico y comprensible para el usuario. Estos beneficios se pueden gozar por supuesto en el área de la salud.

El camino de la salud en internet ha sido largo y por momentos aterrador. Con cualquier persona logrando ingresar información a una página o una plataforma pública, es crítico contar con espacios autorizados y validados por expertos en la materia, por lo que la evolución tecnológica nos ha llevado a poner especial atención en este tipo de situaciones procurando siempre la salud de los usuarios.


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Isaac Ochoa
  • Isaac Ochoa
  • Strategic Partner Manager SPLA YouTube Health
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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