Finalmente sucedió y salió lo que siempre se afirmó que entre el primer círculo del Presidente no había buena vibra en concreto sobre la relación entre el Alfonso Romo y algunos secretarios de despacho entre ellos Carlos Urzúa. La segunda baja significativa en bajarse del barco de la 4 transformación.
La razón según su escrito de renuncia expone sus razones como el no ser escuchado, imposiciones de colaboradores o funcionarios sin tener conocimientos del tema y la que más revela es que siempre hubo muchas discrepancias en materia económica. “Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.
Aquí cabe pensar en decisiones que fueron escandalosas y tuvieron repercusiones económicas en el mundo de las finanzas. Hablamos del proyecto del aeropuerto de Texcoco y ahora de Santa Lucia, la refinería de dos bocas que dice expertos que no es el lugar apropiado para hacerla y los científicos en materia ecológica que dañaría severamente el medio ambiente, además que esa tecnología ya va de salida.
Al respecto pues AMLO reconoció las diferencias entre su equipo y hasta señalo que de seguir Urzúa al frente significaba continuismo y seguir con una política neoliberal. Utilizo una frase que dice mucho entre líneas: “Urzúa se va; a veces no se entiende el cambio”, dice AMLO. “En la transformación no podemos poner vino nuevo en botellas viejas', argumenta el Presidente.
Como era de esperarse la renuncia del Secretario de Hacienda tuvo consecuencia y reacciones negativas en el mundo de las finanzas y la bolsa mexicana de valores.
En el mundo de los negocios se opinó que la renuncia de Carlos Urzúa Matías, hará que prevalezca en el corto y mediano plazo la incertidumbre en torno a la gestión económica del gobierno mexicano y pone en evidencia “disputas de fondo” dentro de la administración respecto del proceso de toma de decisiones en materia de política económica, afirmó Moody's.
El relevo Arturo Herrera, prometió que no le fallará al presidente Obrador, ni al país, y que dará continuidad a las metas fiscales, a la estabilidad macroeconómica y un manejo responsable de las finanzas públicas, para lograr un superávit primario de 1% del PIB en 2019.
Herrera ha sido el interlocutor con inversionistas desde que inició de la Administración y su nombramiento como Secretario de Hacienda dio una relativa calma a los mercados. Así las Cosas, hasta pronto.