Hace 50 años se acuñó el término de la Nueva dramaturgia mexicana, que un par de décadas después mutó a la Nueva-Nueva (así, doblemente nueva). Con el paso de los años este concepto quedó en desuso, pero no por ello han dejado de surgir jóvenes autores, que han seguido y siguen revitalizando la escena nacional.
La semana pasada tuve oportunidad de reconfirmarlo en dos ocasiones. Voy por partes:
A riesgo de parecer exagerado La quema de los unicornios es de los montajes más interesantes y ambiciosos que he visto en mucho tiempo.
Luis Román escribió La quema de los unicornios durante el consultorio de dramaturgia coordinado por Ximena Escalante en el Centro de las artes de San Agustín, en Etla, Oaxaca.
La obra se estrenó como lectura dramatizada en 2021, y gracias a este texto su autor ganó la Residencia en la Fundación de Letras mexicanas. Ese mismo año, el teatro La capilla, lanzó su convocatoria de Labcapilla, y he aquí el sorprendente resultado.
La trama es aparentemente sencilla: un grupo de amigos se reúnen en una fiesta de Halloween, sin embargo, debajo de la aparente camaradería hay una serie de secretos, venganzas, envidias, revelaciones que se van desatando y recorren caminos con varias y muy efectivas vueltas de tuerca.
Al brillante texto hay que agregarle una dirección escénica fresca, ingeniosa, irreverente, provocativa de Boris Shoemann, quien se rodea de un equipo creativo magnífico: David Barrera (iluminación); Daniel Bretón (asesoría artística); Carla Heftye (diseño gráfico); y Lilie Khavetz (producción ejecutiva).
Y por supuesto un elenco juvenil lleno de entusiasmo y talento en crecimiento. Ellos son: Kevin Hernández, María Sandoval, María Alanís, Saúl Soni, Eduardo Salazar, Paola Spíndola, Mauro Ceballos, Jimena Razo y Marian Martínez.
La quema de los unicornios se presenta los miércoles a las 20 horas en Madrid 13, en Coyoacán.
Otro claro ejemplo es Mariana Batista, autora de Al cuerno por los toros que cuenta la historia de un grupo de amigos (de esos que se dicen hermanos) que se reúnen para festejar un cumpleaños. Han estado distanciados y éste es el pretexto perfecto para el reencuentro.
Durante la velada, el anfitrión desempolva una caja con viejos recuerdos, que provoca en los amigos risas, melancolía, pero también los conflictos sin resolver ven la luz, llevándolos a confrontar lo que no han podido superar y han callado por años.
En palabras de su propia autora, esta obra es “la búsqueda del perdón y la profunda influencia que tiene la amistad y la colectividad en la identidad de cualquier persona. Es un melancólico retrato sobre la amistad y la resiliencia, la capacidad de seguir adelante después de perderse a uno mismo y la búsqueda incesante para defender aquello que nos hace llamarnos humanos”.
El elenco está conformado por la misma Mariana Batista (quien también es la directora de escena), Ditmara Náder, Pamela Ruz, Elías Toscano, Diego Martínez Villa y Omar Silva.
Complementan este montaje Rossana Deneb (productora); Ana Monjarás (asistente de producción); Albero Reyna (iluminación); Aurelio Palomino (escenografía); Laura Rosas (vestuario).
Al cuerno por los toros se presenta en el Huerto Roma Verde (Jalapa 234 C.U. Benito Juárez, col. Roma Sur), sábados a las 19 horas.