Una vez más --como desde 2004 cuando Aurora Cano y Nicolás Alvarado lo fundaron-- el Drama Fest ha vuelto a ser un éxito. El próximo 7 de diciembre cierra sus actividades en la ciudad de México, para prolongarlas una semana más en Nuevo León, que junto con Polonia son el estado y país invitados, en esta edición del encuentro.
Para quienes no lo conozcan, resumo brevemente cómo opera este festival, que se ha consolidado como uno de los encuentros de teatro contemporáneo más relevantes de América Latina, “porque no se conforma con mostrar o programar obras extranjeras traducidas ni con exportar dramaturgia mexicana: su misión central es generar y producir puentes reales de creación intercultural en los que autores, directores, actores y diseñadores de distintos países trabajen juntos desde la primera lectura de mesa hasta el estreno”.
En la práctica este objetivo se traduce en una obra mexicana dirigida por un director del país invitado (Polonia en esta ocasión) y una obra polaca dirigida por un mexicano, amén de otras actividades como lecturas dramatizadas.
En el primer renglón está Arde todo mientras canta, escrita por Verónica Villicaña, dramaturga mexicana nacida en Michoacán. La obra fue seleccionada entre más de 90 postulaciones en el proceso curatorial del festival.
La dirección de escena es del prestigiado creador polaco Norbert Rakowski, quien encabeza un equipo creativo que reúne talento mexicano y polaco: escenografía de Sergio López Vigueras, iluminación de Sara Alcantar, vestuario de Edyta Rzewuska con asistencia de Dorota Ziółkowska, música y diseño sonoro de Iñaki Vázquez, video-arte y edición a cargo del propio Rakowski, operación de cámara y asistencia de dirección de Dafne Macías, y asistencia de dirección adicional de Antonio Peña.
La obra aborda los orígenes del odio y la violencia al interior del núcleo familiar en un contexto atravesado por el crimen organizado. Robert y Miky son los herederos de un negocio manchado de sangre. Robert regresa tras ser dado por muerto después de un secuestro y encuentra que su hermano Miky se ha casado con Karen —una mujer que no habla— y que Jana, su madre, ejerce un control absoluto.
Arde todo mientras canta, que combina actuación en vivo, video-arte y diseño escénico, se presenta en el teatro El galeón Abraham Oceransky, atrás de Auditorio Nacional, hasta el domingo 7 de diciembre: viernes a las 20 horas, sábado a las 19 y domingo a las 18. Y tendrá una última función en Monterrey el domingo 14 de diciembre a las 18:30 horas, en el Teatro del Centro de las Artes.
En la otra cara de la moneda está Entre nosotros todo está bien, escrita por la dramaturga polaca Dorota Masłowska, una de las voces más provocadoras e influyentes de la literatura contemporánea de esa nación europea, y reinterpretada por el director mexicano Diego del Río.
Ganadora del Premio Nike de Literatura, Masłowska explora con ironía y lucidez las tensiones de la sociedad poscomunista, el choque generacional y la fragilidad humana. Su lenguaje fragmentado y su mirada irreverente revelan lo grotesco y lo poético de la vida cotidiana. En esta puesta en escena, su universo se revisita desde otra geografía y sensibilidad, destacando la vigencia y universalidad de su obra y situándonos críticamente frente al mundo que nos toca habitar.
Con las actuaciones de Paloma Woolrich, Pilar Flores del Valle, Anahí Allué, Mónica Jiménez, Nacho Tahhan, Astrid Mariel Romo, Aída del Río, Gerónimo Espeche y María Ibarra Paleta, Entre nosotros todo va bien presenta tres últimas funciones martes 2, miércoles 3 y jueves 4 de noviembre a las 20 horas, en el mismo teatro El Galeón Abraham Oceransky, del Centro Cultural del Bosque.
El montaje cuenta con diseño de escenografía de Sergio López Vigueras; diseño de iluminación de Sara Alcantar; diseño de vestuario de Edyta Rzewuska; diseño de maquillaje de Marilyn Herce; con Dorota Ziółkowska como asistente en el diseño de vestuario y Mariana Castañeda como asistente de dirección.
La producción general del DramaFest está a cargo de Nicolás Alvarado; con dirección artística de Raquel Araujo; producción ejecutiva de Jennifer Soler y Samuel Sosa; coordinación de producción de Fryda Vazquez; coordinación técnica de Isaías Martínez; administración de Alberto Robinson y producción residente de Débora Montiel
“Un festival que, desde su fundación, ha sostenido una vocación clara: visibilizar la dramaturgia contemporánea en español y generar puentes de colaboración internacional. Está dirigido a jóvenes y adultos interesados en el teatro de autor, estudiantes y docentes de artes escénicas, así como audiencias sensibles a temáticas de justicia social, derechos humanos y violencia estructural.”, comparten sus fundadores.
