Durante seis años se permitió actuar y crecer a diversos cárteles de drogas a lo largo y ancho del territorio nacional, los cuales no solo florecieron el tráfico de drogas, sino que se convirtieron en verdaderas corporaciones criminales que, diversificaron sus actividades, entrando a todo tipo de actividades ilícitas, desde la extorsión, hasta secuestro y los grandes capos encontraron en la producción de fentanilo un enorme negocio, por supuesto más rentable que la mariguana y más difícil de detectar como la cocaína y por supuesto, al lavar el dinero proveniente de sus actividades, también se han convertido en grandes inversionistas en todo tipo de negocios, no solo inmobiliarios sino que sus actividades llegan hasta giros industriales y uso intensivo de criptomonedas como el Bitcoin. Mientras, la Unidad de Inteligencia Financiera UIF, perseguía periodistas.
Aunque nuestro gobierno federal lo niega irresponsablemente, México se convirtió en un gran productor de Fentanilo, compitiendo con el otro polo de producción del sudeste asiático. Afortunadamente la mayoría de la producción mexicana es para exportación al mercado americano aprovechando la ya entonces demanda preexistente de heroína, convirtiéndose en la principal causa de muerte por sobredosis en la Unión Americana.
Ahora que llegó al poder, con una fuerza insospechada al controlar ambas cámaras de su gobierno, Donald Trump decide emitir una serie de “ordenes ejecutivas”, algunas incluso inconstitucionales, pero destacando la designación de los cárteles de drogas como organizaciones terroristas. Determinación que ha puesto a temblar a más de un político de Morena y han dado lugar a una serie de chismes sin fundamento alguno.
Dicha orden ejecutiva (decreto) no implica, por sí sola, la autorización para que, como lo han manejado algunos, fuerzas extranjeras invadan nuestro territorio nacional, pero da oportunidad a todas las dependencias del gobierno del país vecino, de aplicar todas las medidas ya sean financieras o incluso de seguridad nacional para actuar en contra de esos grupos. Por el bien del país espero que no sigan los políticos de Morena con sus bravuconadas y justificando -con la soberanía nacional-(¿o protegiendo?) que no sean atacados, parecieran decir: Con mis narcos NO. Mejor que las autoridades mexicanas se pongan a desarticular a los cárteles de la mano de la DEA, ya que ellos cuentan con información valiosa para su captura. De lo contrario provocarán, no una intervención militar directa, pero todos sabemos que una nave aérea no tripulada puede hacer milagros en aras de la libertad y seguridad de los ciudadanos, que ya estamos hartos de la delincuencia que reina en todo el territorio nacional, sin que, por ello, se nos tache de traidores a la patria.
Lo mismo en materia de aranceles, sería un error económico enorme ponernos al tú por tú con Trump y si nos impone aranceles nosotros actuar igual, México es quien perdería más.