Política

Puente Jalisco – Nuevo León

  • Laberinto de la legalidad
  • Puente Jalisco – Nuevo León
  • Guillermo Raúl Zepeda Lecuona

Existe un puente cultural entre Jalisco y Nuevo León. La gente de Nuevo León es trabajadora, leal y agradecida. En su geografía política rinde tributos de gratitud a dos jaliscienses ilustres que dejaron huella por aquellas tierras. Los municipios de Apodaca y Dr. Arroyo, rinden homenaje a Salvador Apodaca y Loreto (Guadalajara 1769 - Monterrey 1844 séptimo obispo de Linares), y al Dr. José Francisco Arroyo y Villagómez (Mineral de San Sebastián 1777- Guadalajara 1847). Salvador Apodaca partió de Guadalajara hacia Linares a lomo de mula a los 74 años, en su breve periodo como obispo (murió antes de un año) supo ganarse el afecto de su grey.

El Dr. Arroyo tuvo una brillante trayectoria como sacerdote (Chantre de la Catedral de Monterrey, Arcediano de la de Guadalajara, y propuesto a los obispados de Guadalajara y Durango), y como representante popular: diputado a las cortes españolas en 1820, presidente del constituyente de Nuevo León (1824-1825) y diputado en sus primeras cuatro legislaturas. Fray Servando Teresa de Mier, le tenía gran reconocimiento, le escribía a su aliado y familiar, el Sr. Cantú: “asegúrese de que las luces del Dr. Arroyo estén en el Congreso. Él lo hará como carga concejil sin costo al erario y con sobrada capacidad”.

El famoso “Gonzalitos”, José Eleuterio González, querido filántropo, médico y político, regio por adopción, nació en Guadalajara en 1813, fue estudiante de medicina y ya en Monterrey fundó la escuela de medicina y el hospital civil de dicha ciudad, hizo notables aportaciones a la historiografía local y realizó muchas obras públicas y benéficas en el ayuntamiento de Monterrey. .

También quien gobernara el estado de Nuevo León por más de 20 años, el general Bernardo Reyes (Guadalajara, 1849 – Ciudad de México 1913), promotor del desarrollo económico y cultural de la entidad y que llevó al presidente Porfirio Díaz a exclamar en un discurso público “así se gobierna”, haciéndolo desde entonces, permanente suspirante por la presidencia del país. Los cinco hijos mayores del general Reyes nacieron en Jalisco, en tanto que los seis menores ya vieron la primera luz en Monterrey, por eso de su hijo Alfonso Reyes, el gran literato, suele decirse que es el “jalisciense más ilustre nacido en Monterrey”.

A esa diáspora jalisciense avecindada y floreciente en Monterrey también pertenece el ilustre filósofo Agustín Basave Fernández del Valle (Guadalajara, 1923 – Monterrey, 2006), fundador de varias escuelas de la Universidad Autónoma de Nuevo León y patriarca de un linaje de académicos y políticos regios.

En generaciones recientes los doctores Gorjón Gómez, pioneros y especialistas en métodos alternos de solución de conflictos; así como Mario Silva han sido atraídos y retenidos por una sociedad dinámica y próspera.

La reciprocidad de ese puente no ha sido tan generosa; a cambio hemos recibido de Nuevo León principalmente a… al “cabrito” Arellano y al “gusano” Nápoles.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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